En esta ocasión y siguiendo un poco en esta línea, queremos investigar si hay alguna razón científica que explique por qué a los hombres (heterosexuales) les atraen tanto los pechos de las mujeres.
¿Por qué esta inevitable atracción?
El hecho de que los hombres miran los pechos de las mujeres a menudo, sin poder evitarlo, es algo conocido por todos y con lo que se bromea a menudo. No se trata de algo malo, sino de un instinto que se manifiesta frecuentemente y que ha llamado la atención de muchos investigadores de la rama de las ciencias sociales.
Biológicamente curiosos
Curiosamente, esta “obsesión” por los pechos femeninos sólo la encontramos en el ser humano, ya que el resto de mamíferos no sienten especial fascinación por las mamas de sus congéneres. Esta atracción, cabe destacar, se desarrolla durante la pubertad.
De hecho, aún resulta más sorprendente si reflexionamos alrededor de esta parte de la anatomía de la mujer respecto a las hembras de otras especies: sólo las humanas experimentan un crecimiento de las mamas durante la pubertad y no únicamente durante el embarazo. Es más, somos la única especie que le da alguna importancia a la estimulación de los senos durante la cópula. Sorprendente, ¿verdad?
¿Por placer?
Según un estudio realizado por la Doctora Meston y el Doctor Levin y publicado en “The Journal of Sexual Medicine”, el 82% de las mujeres disfrutaban de la estimulación de sus pechos y pezones durante sus encuentros íntimos. Es más, un 60% de las féminas encuestadas aseguraban pedirlo a sus parejas, que estaban más que encantadas de obedecer estos deseos.
Conclusión: Motivos ancestrales
Larry Ypung, profesor de pisquiatría de la Universidad de Emory, asegura que durante la evolución del ser humano la alimentación del retoño por vía mamaria ha sido esencial en la relación madre-hijo. Esta interacción se ha asumido por la especie hasta tal punto, que los circuitos neuronales se han adaptado y un sentimiento parecido puede surgir entre las parejas. Nos explicamos, ya que en este momento puede estar resultándote un poco incómodo.
No es que la mujer sienta a su pareja como un bebé, sino que al estimular sus pechos produce oxitocina, una hormona conocida como “molécula del amor”, que hace que sienta todavía más afecto y que centre su atención en su pareja, igual que lo haría con uno de sus retoños. Es decir, siente muchas más ganas de complacer a la persona con la que está. Al parecer, este tipo de práctica hace que las relaciones se estrechen por el deseo de estar a bien con esa persona.
Entonces, la conclusión a la que se llega es que el hombre o la pareja de esta mujer se centra en sus pechos buscando crear un vínculo y parecer más deseable, a la vez que recibir más afecto. Este conocimiento podría estar también absolutamente asumido en el comportamiento del ser humano y por eso se centraría la atención en esta parte del cuerpo, que al ser estimulada trae efectos muy positivos.
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