Se alquila habitación con vistas a la montaña (a la montaña rusa, sí, pero montaña al fin y al cabo), y además, si te fijas y miras un poco más lejos, también puedes ver la playa tranquila. Sin lugar a dudas, un paisaje inigualable que te ofrecerá una gran variedad de cosas que harán que no te aburras nunca.
Se encuentra recién reformado, pues estaba algo estropeado y es un espacio completamente abierto listo para amueblar con lo mejor de ti, pues seguramente me haga falta mucha ayuda para llenarlo con historias bonitas. En el último año, ha pasado de ser un lugar frío con mucha oscuridad a un rincón bastante luminoso que está listo para que alguien aporte algo de calor.
No se pide fianza de ningún tipo, pues todo lo que se podía romper, sin ninguna excepción, ya se hizo en su momento. Ahora, tras la costosa reforma, todo está más fuerte y resistente, y el mantenimiento corre por mi cuenta, pues no necesito a nadie para ser mejor ni más feliz. Se busca a alguien para llenar los rincones de secretos, capaz de subir las pulsaciones con pequeños detalles y que se acomode durante horas sin mirar el reloj.
Lo que sí hay que tener en cuenta es que no se alquila ni por días ni por semanas, sino que debes estar dispuesto a venir para quedarte sin contratos ni papeles para firmar, simplemente con la seguridad de que estás viviendo donde quieres vivir.
Cuenta con trastero totalmente vacío, puesto que hace tiempo que me quedé completamente desnuda sin absolutamente nada que guardar, ni bueno ni malo. Ya no lo quiero utilizar para acumular trastos que nunca más vaya a usar. Te propongo que lo llenemos con todo lo que nos haga felices y que no nos quepa en el día a día, y que bajemos mínimo cada fin de semana para utilizar todo lo que, por diminuto que sea, nos hace ser especiales; nada de olvidar esos detalles.
Por último, y eso es algo muy importante, dispone de una amplia terraza, una zona al final del pasillo a la que si consigues llegar podrás ver todo al descubierto, sin absolutamente nada que esconder. Es un lugar muy tranquilo en el que tumbarse y disfrutar de la más bonita de las convivencias.
El precio, sin duda, es negociable, pero por supuesto cuenta mucho lo que tú estés dispuesto a poner. En cuanto a los gastos, nada de compartirlos 50/50%; por mi parte, pienso poner el 100%, y necesitaré otro 100%, pues estoy convencida de que es la forma de no quedarte de nuevo vacío. Por si sirve de referencia, se tendrán muy en cuenta pequeños gestos pero muy valiosos y fácilmente apreciables que me saquen una sonrisa cada día de mi vida.
Bienvenido a mi dulce hogar.
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