El nacimiento de todo bebé es siempre un acontecimiento que llena a la familia del pequeño de alegría, ver la hermosa carita del recién nacido provoca en nosotros los más dulces sentimientos.
Quizá sea esa la razón por la que ver a un bebé tan frágil e inocente sufrir es tan triste y doloroso para nosotros.
El siguiente video muestra la historia de un bebé prematuro que luchó contra el dolor y todo pronostico cuando la vida parecía escaparse de su cuerpo.
Todo comenzó cuando su madre, Sarah, desarrolló una grave enfermedad que a las 27 semanas de embarazo provocó un fallo multiorgánico que puso su vida, y la de su bebé en peligro.
Debido a que era todo el cuerpo de Sarah el que estaba fallando, los médicos decidieron que la mejor alternativa que el bebé tenía para sobrevivir era realizar una cesárea de emergencia y de esta manera darle la oportunidad de luchar por su vida.
El pequeño, de nombre Connor, era al pequeño al nacer que pesaba tan sólo 900 gramos y media apenas un poco más que una mano adulta; había comenzado su vida desde el principio de manera difícil.
Apenas nació, Connor fue llevado a la unidad de cuidados intensivos neonatales, en dónde llamo la atención de una enfermera en particular, llamada Gween, debido a lo frágil de su salud.
Por su parte, Sarah logró recuperarse por completo de su enfermedad venciendo todo diagnóstico; apenas pudo ponerse en pie acudió a dónde su bebé y no se separó de su lado. Por otro lado, el padre el pequeño había estado junto a él en todo momento.
Lo que no sabían era que cuando ellos se iban a casa a descansar, Gween estaba siempre especialmente atenta a las necesidades de Connor y lo cuidada con verdadero esmero y amor. Ella, lejos de actuar con indiferencia y frialdad con la que algunos doctores pueden hacerlo luego de ver tantos casos similares, estaba dispuesta a que el pequeño saliera adelante y se comprometí por completo en su recuperación. Incluso llegó a coser un par de ropajes para el bebé.
Ella confiesa que no soportaba verlo sufrir y se negaba a perder la esperanza, todos los días oraba incansablemente por la salud del bebé.
Cuando los papás del pequeño supieron lo que la enfermera hacía por su bebé estaban realmente agradecidos de saber que alguien cuidaba de manera tan especial de su pequeño y débil hijo.
Gracias a los cuidados del equipo médico Connor logró recuperarse por completo y dejó el hospital para ir a casa con sus padres. El es ya ahora un niño grande, pero sus padres se han encargado de nunca olvide a la mujer tan especial que le ayudó a sobrevivir luego de haber llegado a este mundo de forma tan frágil. Así que decidieron darle una hermosa sorpresa a la enfermera.
Mira en el vídeo a continuación de la sorpresa y compártelo porque esa dedicación y espíritu es digno de admirar. Un gran ejemplo y hermosa historia.
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