En algunos lugares del mundo, el hombre idílico deja de ser el típico musculado con tabletita de chocolate por abdomen, como ocurre en la tribu Bodi, en Valle del río Omo, Etiopía, donde el prototipo de hombre es “el más panzón”.
Cada cierto tiempo, la tribu organiza concursos en el que los hombres compiten por el título de “El más panzón”.
Es preciso aclarar que el hombre como pareja ideal o más deseado para contraer matrimonio, no es aquel que pese más kilos o tenga mayor obesidad, sino aquel que estando delgado tenga mayor panza.
Es cierto que tener esta gran panza, conlleva algunos problemas como no poder verse sus partes. Sin embargo a ellos no les importa, compiten por conseguir un mayor vientre para así atraer a más mujeres.
Una gran tripa representa éxito y riqueza, y por ello la competencia anual, llamada Ka’el, es la cima de la excelencia masculina.
La preparación empieza el mes de junio, y a fin de año se realiza el concurso.
Cada familia elige a un representante, y cuando son aceptados como candidatos por parte del concejo de sabios de la tribu, los participantes se aislan de la sociedad. Desde ese momento, mantienen una vida sedentaria al 100%, tienen prohibido el sexo, y su dieta es de leche y sangre de vaca.
La tribu hace una fiesta el día del concurso donde se elige un nuevo rey de la tribu. Para elegirlo, se pesa y se mide el tamaño de su panza.
Para evitar tramposos, les pican el estómago para comprobar que no es solamente agua.
El ganador se convierte en rey por un día, y le atribuyen el privilegio de elegir a la doncella de la tribu que prefiera.
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