martes, 3 de marzo de 2015

No Tienes Por Qué Sentirte Solo: Te Tienes A Ti Mismo

¿Lo que nos da miedo es estar solos o sentirnos solos? Podríamos decir que existen dos clases de soledad: la física y la emocional. Contra la primera, a veces poco podemos hacer, pero la segunda es otra historia. Puedes estar solo y sentirte acompañado. Es más, puedes estar solo y sentirte genial.

¿Por qué tienes miedo a estar solo?
Según la psicóloga Adriana Reyes, nos asusta la soledad porque nos aterra la verdad. Cuando estamos solos, no hay nada que nos distraiga; entonces nos topamos con nosotros mismos. Y esa experiencia nos asusta porque no sabemos lo que nos vamos a encontrar. Pero el choque con tu yo interior no es ninguna pesadilla. Al contrario, es una oportunidad.

Si te sientes solo, habla contigo mismo
Conocerse a uno mismo es imprescindible para alcanzar tus metas personales y profesionales. ¿Y cómo puedes conocerte a ti mismo? Pues igual que conociste a tus amigos o a tu pareja: hablando. Si te sientes solo, busca en tu interior y encontrarás al compañero ideal.

Piensa en el típico introvertido, ese que se mete en su concha aun en medio de la fiesta. A lo mejor te parece penoso, pero piénsalo mejor. ¿No hay veces que te apetece dar un garbeo por ahí a solas? El motivo es el mismo: buscar a ese “amigo imaginario” que tan bien sabe escucharnos y que ahuyenta la soledad mejor que un mogollón de gente borracha.

Si aún necesitas compañía, acude a tus recuerdos
Con todo y con eso, a veces te sientes solo y no puedes evitarlo. Dudas de ti mismo, te crees perdido y necesitas que alguien te consuele. Para esos momentos, se recomienda acudir a tus seres queridos, incluso aunque no estén contigo. Es lo que los psicólogos llaman una “imagen de apoyo”.

¿Y qué es una imagen de apoyo? Tan simple como imaginarte a tus padres junto a ti. O a tus abuelos. Cualquier persona con la que siempre te hayas sentido seguro. Es como cuando meditas, que buscas tu “lugar feliz”. Piensa que esa persona está a tu lado, abrazándote y dándote ánimos. No es tan difícil porque, a fin de cuentas, sí que está contigo, de una u otra forma.

Puedes estar solo sin sentirte solo
Es inevitable quedarse solo de vez en cuando, pero no tienes por qué sentirte solo. En realidad, lo único que haces es cambiar la compañía de otros por la tuya propia; y aunque somos animales sociales, nunca viene mal tomarse un café con tu yo interior.

Te sorprenderá lo que puedes aprender.

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