No queremos generalizar, pero muchos de los libros eróticos que hemos leído tienen algunas cosas en común, y usualmente son grandes exageraciones. Por eso buscamos las 10 mentiras de las novelas eróticas. ¡Seguramente las has leído!
Las mujeres tienen orgasmos cuando pierden su virginidad
Yo entiendo, es una novela y nadie quiere leer como a la protagonista le duele, luego le incomoda, luego se empieza a acomodar dos segundos antes de que su hombre termine antes de que ella acabe de entender cómo se debe sentir. Siempre son noches mágicas en las que ellas descubren el poder de su sexualidad con un orgasmo explosivo provocado por la penetración… aja sí.
Los hombres siempre son muy bien vestidos (y tienen penes enormes)
No, no nada más he leído Cincuenta Sombras de Grey, de vez en cuando te topas una novela con un hombre muy masculino en jeans y camiseta de franela, pero tienen que admitir que muchas de las novelas muestran a un personaje masculino impecablemente vestido (generalmente de traje) con más conocimiento de moda que sus queridas novias (algo que yo nunca he visto en la vida real, pero seguro sucede). Además, por excepciones en las leyes de probabilidad, siempre tienen penes gigantes. ¿Alguna vez se han acostado con un hombre de pene gigante? Sin duda no disfrutarían tanto la pérdida de su virginidad…
Las manoseadas en lugares públicos son cosa de todos los días
Si alguien ha estado alguna vez en una cena familiar o con amigos en la que su pareja decidió de la nada tocarlas por debajo del mantel hasta llevarlas al orgasmo… espero que lo hayan obligado a lavarse las manos.
Los penes son más deliciosos que una Magnum
No quiere decir que no nos agrade hacer sexo oral, o que no disfrutemos de verlos disfrutar, pero definitivamente no saben a vainilla cubierta de chocolate (a menos de que lo agregues… otra cosa que suena mejor en libros que en la práctica).
Tienen sexo 10 veces al día (en tandas de 5 en 5) y nadie “raja”
Además en los libros después de estas sesiones de duración tántrica todavía se paran de la cama y se van a ser productivos. Si uno tiene sexo 5 veces seguidas 1) no te paras de la cama en dos días y 2) definitivamente no para irte a trabajar.
Te tiemblan las piernas del deseo
Nada más si tuve sexo 10 veces el día anterior…
El orgasmo es lo más fácil de alcanzar
En un libro todo lo que se requiere es que el tipo te sople en el lugar adecuado. En la vida real son varios minutos de foreplay, unas cuantas posiciones para encontrar la correcta y el uso creativo de los dedos.
El hombre siempre sabe lo que quieres
Incluso cosas que no sabías que querías. Ellos tienen todo el conocimiento y la experiencia sexual y te vienen a dar clases de tu vagina.
Mi ano es su ano
¡No! El sexo anal en la vida real no es de esas cosas que no se preguntan, (como muchas veces lo vemos en la literatura erótica). Es una plática de días, incluso meses, especialmente la primera vez y requiere de lubricante, paciencia, unas cuantas copas de vino y a veces una ocasión especial y un regalo inadecuado (te hice sólo una cartita para tu cumpleaños pero mira, ¿no quieres probar el sexo anal?).
“Su miembro”
Tu dile a un chico “penétrame con tu miembro” y todo lo que vas a conseguir es una carcajada y 5 minutos perdidos en lo que regresas a tu mentalidad sexy.
Orgasmos “on demand”
“Sentada, acostada, ahora vente”. No funciona con mi Chihuahua, tampoco con las mujeres. En los libros pareciera que con que el chico de la instrucción es suficiente para soltar un orgasmo marca diablo con todo y squirting que provoca que la protagonista se muera de la pena y que la mucama del hotel considere cambiarse de trabajo.
La literatura erótica puede ser muy divertida precisamente porque plantea escenarios extraordinarios, y no importa qué tipo de novela te guste para lo que sí sirven son para eliminar tabús y motivarte a explorar un poco más tu sexualidad. Así que, incluso si en la práctica las novelas son ridículas, no dejes de leer.
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