lunes, 27 de febrero de 2017

Alrededor de un 70% de la población del mundo tiene algún problema o intolerancia a la lactosa, pero ¿qué es y cómo saberlo?

La lactosa es un disacárido natural llamado "el azúcar de la leche", que se descompone en dos azúcares simples (glucosa y galactosa) gracias a la lactasa, una enzima que produce el intestino delgado. Este proceso es necesario para que pueda absorberse; por eso, si el intestino está dañado, puede producir menos lactasa, volviéndose difícil la digestión de la lactosa. Entonces ésta pasa al intestino grueso sin descomponerse y comienza a fermentar, generando gases, acidez y otras molestias. A esto es a lo que se llama "intolerancia a la lactosa". 

El intestino delgado puede tener esta debilidad por causas como: infecciones, lesiones, enfermedad celíaca, entre otras. 
En general, la mayoría de las personas con intolerancia a la lactosa lo comienzan a percibir cuando, luego de consumir productos lácteos o derivados, sienten dolor o malestar digestivo. 

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes? 


Digestión pesada (pesadez, hinchazón)
Cólicos o espasmos
Dolor abdominal
Gases
Estreñimiento o diarrea
Problemas de piel
Náuseas
También puede provocar cansancio, nerviosismo, trastornos del sueño y problemas cutáneos, entre otros síntomas.
¿Con qué alimentos puedes sentirlos? 

Leche y lácteos derivados como quesos, yogures o postres
Puré o sopas que llevan leche o cremas
Productos de pastelería y repostería tradicional
Mantequilla o margarina 
Licuados o batidos
Helados
Algunos cereales en caja
Para diagnosticarla, en general, se realiza un estudio basado en la medición de la respuesta glucémica frente a la ingesta. O también puede examinarse mediante el aliento o un análisis de materia fecal. 

La intolerancia puede variar con el tiempo y el estado de salud general. Por lo general, es en la adultez cuando aparecen los síntomas. 

Dependiendo del nivel de intolerancia, podrás tomar leche deslactosada, probar con leches vegetales, o quesos no muy fermentados. 

No te preocupes por el calcio, puedes encontrarlo incluso en 9 veces mayor cantidad en leches vegetales; o también en otros alimentos como: el brócoli, la espinaca, la acelga, la naranja, las lentejas, el tofu, los frijoles, las almendras, entre otros. 

Siempre que dudes de que eres intolerante a la lactosa, percibe los cambios en tu cuerpo y recurre al médico por una consulta adecuada.  

Importante: Debe aclararse que La Bioguía no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, La Bioguía no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.

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