Muchas veces, las ideas más creativas y sinceras vienen de manos de los niños, porque en ellos aun los sueños y las esperanzas de que el mundo sea un lugar mejor son mayores que cualquier miedo.
A estas historias que tienen a los niños como protagonistas se suma ahora Mikaila Ulmer, una estadounidense de 11 años que fundó su propio emprendimiento: la limonada “BeeSweet” por una buena causa y recibió una recompensa más grande de lo que esperaba.
Como suele suceder, muchas veces las ideas más creativas surgen a partir de momentos que no son los mejores. Ése fue el caso de esta niña que, frente a varias picaduras de abeja, comenzó a tenerles mucho miedo. Pero sus padres intentaron animarla, investigando junto con ella el rol de estos insectos para conservar la biodiversidad.
Así fue cómo comenzó a conocer la importancia de las abejas y comprendió que sin ellas no hay polinización, ni agricultura, alimentos, animales o personas. Al mismo tiempo que sus temores se desvanecían, entendió que ellas estaban desapareciendo. De eso modo conoció, también, el peligro que provoca el uso de agroquímicos.
En una entrevista, ella señaló que: “El año pasado, los apicultores perdieron el 40 por ciento del total de sus colmenas” y citó a Albert Einstein: “Si la abeja desapareciera de la superficie del globo entonces el hombre sólo tendría cuatro años de vida útil restante.”
Más tarde, su bisabuela Helen le envió un libro de cocina de 1940 con una receta de limonada de linaza. Y así nació su idea: ayudaría a esos pequeños insectos que tanto temía juntando dinero mediante la venta de la limonada de su abuela endulzada con miel.
Su proyecto fue un éxito y obtuvo, a través de su participación en el programa de televisión “Shark Tank”, la inversión inicial de 60 mil dólares y el interés de Whole Foods Market, una cadena de mercados especializada en la venta de alimentos orgánicos. La compañía le ofreció la venta en más de 50 tiendas en Estados Unidos y un contrato por 11 millones de dólares.
Parte de las ganancias son donadas a organizaciones locales e internacionales que buscan salvar a estos insectos. Por eso, esta niña fue nombrada en su región como una de las 10 empresarias más innovadoras del año y hoy conduce talleres sobre cómo salvar las abejas, llevando a todos lados su entusiasmo para enseñarnos que la tierra es nuestra y que nosotros somos de la tierra.
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