Las redes sociales están llenas de fotos y vídeos de perros al parecer arrepentidos o con sentimiento de culpa tras una travesura mientras sus dueños los reprenden, pero esa expresión no es lo que parece.
Especialistas en comportamiento animal advierten que reprender a los canes no les genera sensación de culpabilidad, sino que la expresión y el tono de voz utilizado provoca miedo, ya que notan el enojo de sus amigos humanos.
Tu perro no se siente culpable, sino asustado
Masticó tus zapatos favoritos, usó el sofá como baño o simplemente no hizo nada malo, pero te gusta ver esa expresión en su rostro que las personas interpretamos como culpa o arrepentimiento. Los perros también tienen sentimientos, pero son diferentes a los humanos.
Alexandra Horowitz, experta en comportamiento cognitivo en perros estudió la forma en que los humanos los reprenden y cómo estos reaccionan, concluyendo que esa mirada culpable en realidad quiere decir otra cosa.
Los perros son capaces de detectar el estado emocional de los humanos a través de pistas verbales y no verbales reaccionando ante ellas y, ese enojo le provoca preocupación y tristeza ya que busca predecir qué va a suceder después.
Hay diferentes formas de detectar cuando un perro está asustado o ansioso y si se miran fotos o vídeos de un perro supuestamente arrepentido, podrás notarlas por la posición que toma, cómo mueve su cola y orejas y también la forma en que dirige su mirada.
¿Cómo los perros interpretan el enojo de sus dueños?
Las emociones de los perros son tan reales e intensas como las de un humano, pero la forma de procesarlas y asociar lo que sienten con hechos pasados es muy diferente. Un can que está siendo reprendido no puede entender lo que dices, sino que capta el tono amenazante y esa expresión de enojo que usas.
En diferentes estudios se demostró que los perros sí saben cuándo hacen algo que no deberían, aunque se trata de algo momentáneo, puede ser que sientan algo de culpa, pero no la expresarán ante el humano sobre todo porque no saben que su comportamiento es conocido por su amo y lo más probable es que ya lo olvidaron.
Experimentos con perros a los que se les reprende de forma verbal y usando pistas corporales demostraron que tanto los canes que hicieron una travesura como también aquellos que se comportaron de forma impecable reaccionan de forma igual ante los retos.
Cuando el perro reprendido no se había comportado mal ni era culpable de nada, su reacción (que ahora sabemos es temor) es mucho más notoria y pronunciada, lo que a los humanos nos parece gracioso es para los canes una forma de tortura emocional.
Si es que tu perro mantiene malos comportamientos, lo mejor es educarlo utilizando tácticas positivas para cambiar sus actitudes, relacionando así la forma adecuada de actuar con una sensación agradable y, más que comida o juguetes, tu mascota valora el cariño.
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