Después de ocho meses de retiro personal en Nueva York tras poner punto y final a su trabajo en TVE, la periodista y presentadora Mariló Montero ha regresado a la palestra mediática de la mano de Pablo Motos, en ‘El Hormiguero’ de Antena 3.
De negro riguroso y una amplia sonrisa, Montero se ha mostrado gustosa de regresar a casa otra vez: “Es la primera vez que vuelvo a un plató desde que me fui de La 1 y qué mejor que aquí, en casa. He visto mucha televisión en Estados Unidos y nada tiene que envidiar a tu programa”, ha alabado la navarra a Motos.
Ha dejado patente que su marcha del país nada ha tenido que ver con una huida de las críticas descarnadas que protagonizaba diariamente en su espacio matutino de TVE: “Para nada, esas críticas son inútiles, burdas. Me gustan solo de las que aprendo. Me fui porque soy ciclotímica, me gusta innovar y medité mucho mi marcha. Me estaba quedando vacía”, manifiesta Montero. Reconoce que embarcarse en un proyecto televisivo te absorbe y limita si te dejas el alma en hacerlo lo mejor posible, por eso decidió mudarse espiritualmente y de país.
Mariló muestra fragilidad al relatar cómo vivió su llegada a Nueva York: “Es como un gigante que te toma el pulso, quiero acabar contigo, lo que pasa es que soy de navarra y tengo carácter”, se definió con garbo. En su día a día en EEUU se dio cuenta de que se había ido a vivir al futuro. Aprovecha su charla con Pablo Motos para hablar de la victoria de Donald Trump: “Se confiaba en que iba a ganar Hillary Clinton, allí la apoyan mucho y su derrota fue un drama. Yo viví las elecciones en casa del equipo de Hillary. Es una mujer que se ha formado desde una familia humilde y que ha tragado sapos en su matrimonio y lo ha llevado con estoicismo”, cierra su oda por la política.
Salió a relucir en un momento dado el famoso ‘selfie’ que la presentadora se tomó con Woody Allen en Nueva York: “Lleve a mis amigas de Estella a un local donde él tenía un concierto. Le tendí una emboscada y tuvo que echarse una foto con todas nosotras. Tengo que decir que toca fatal, horrible. Y se comporta como si no reaccionara a estímulos”, definió al célebre director de cine.
Mucho más entregada al halago se mostró cuando relató con orgullo su fugaz encuentro con el actor George Clooney: “Estaba comiendo con la familia y se cruzó conmigo. Lo abordé con educación y me respondió igual. Con quien sí charlé sobre su carrera fue con sus padres, muy educados”, desveló en Antena 3. “Estaba bueno por mil, se me cayó la baba“, no se arredra en reconocer.
Una noche se tropezó con Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa en las calles neoyorkinas: “Mis amigas de Estella quisieron acercarse y saludar y fue Preysler quien me reconoció. Me dijo que estaba flaquísima y terminamos hablando de lo bien que se come en España. Fueron muy educados con mis amigas y conmigo”, subrayó la Montero.
Algo que despertó la hilaridad en la entrevista fue cuando Mariló reconoció a Motos que, efectivamente, se denunció a sí misma en comisaría por conducir sin casco: “No me di cuenta que iba sin casco y cuando llegué a casa y vi que ya estaba en internet la noticia me dije ‘tengo que dar ejemplo’ y me denuncié. Me costó 200 euros y varios puntos del carné”, declaró con sinceridad.
El tono de la charla con Pablo Motos viró notablemente cuando el presentador de Antena 3 le recordó a la periodista las desafortunadas palabras que el líder de Podemos le dedicó en una conversación privada, asegurando que “la azotaría hasta que sangrase“. Mariló se muestra tensa y desafiante: “Automáticamente, lo denuncié en el Instituto de la Mujer. Veía que nadie se escandalizaba por aquello, nadie salió en mi defensa. Y este señor nunca pidió disculpas. Sé que tiene algo en contra de mí, y que se deja llevar por lo que él cree que yo voto”, se despacha. En plena efervescencia, la ex mujer de Carlos Herrera espeta: “Chico, si quieres utilizar ese lenguaje, métete en páginas de sexo”.
Ademas, confiesa que ha intentado muchas veces sentarlo en TVE y “siempre se muestra como si estuviera en ‘Juego de Tronos’, rodeado de gente que no le dejaba hablar conmigo”. Metidos en esa atmósfera espinosa, Motos también le interpeló sobre en qué punto está el tema de sus fotos secuestradas en Bora Bora. La fotografiaron en un sitio privado mientras practicaba topless y ella denunció: “Está por verse el juicio, es la primera vez que se pone medida cautelar sobre las fotos. Voy con mi razón”, recalcó.
Para terminar su entrevista, Pablo se interesó por sus proyectos profesionales más inmediatos: “¿Es verdad que vuelves a la televisión?“. Montero supo torear la pregunta, asegurando de manera críptica: “Siempre he hecho televisión y ahora que vengo del futuro, quiero que me acepten lo que traigo en la cabeza”, aseveró.
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