martes, 27 de octubre de 2015

Averigua qué tipo de madre eres según tu signo del zodíaco

La astrología dice mucho sobre la personalidad de las personas. Tu signo del zodíaco habla sobre ti y, por ende, sobre tu perfil como madre. Claro está que tu signo no define si eres o no una buena madre, pero de seguro te muestra qué características maternales te describen mejor. ¿Quiéres averiguarlo? Pues, ¡allá vamos! 
1 Mamá Aries (21 marzo - 19 abril)
Si hay alguien que nació para ser madre es la ariana por ser una guerrera con energía interminable, gracias al elemento fuego de este signo. Los arianos son líderes naturales. Una mamá Aries mantendrá a sus hijos alineados, pero respetará su independencia. Después de todo Aries es el signo más independiente de todos.
2 Mamá Tauro ( 20 abril- 20 mayo)
Determinada, estable y terrenal, la mamá taurina les da a sus hijos un hogar seguro y tranquilo a la vez que los anima a buscar nuevas aventuras y destinos, algo que los taurinos tienen como pasión. Además, las taurinas son madres devotas y pacientes; son capaces de sentarse horas con sus hijos a charlar o ayudarlos con las tareas. Y tú, ¿eres paciente? 
3 Mamá Géminis (mayo 21 - junio 20) 
Si eres una mamá geminiana, de seguro tus hijos siempre están bien informados y amas sentarte horas a charlar con ellos. Claro está, es que este signo valora mucho la comunicación además y la disfruta. Sin embargo, las mamás geminianas tienden a no ser muy firmes y determinadas. ¡Cuidado! 
4 Mamá Cáncer (21 junio - 22 julio)
Si eligiéramos la mamá protectora por excelencia, sería la mamá Cáncer. Este signo es hogareño y su casa es su fuerte contra los peligros que existen por ahí afuera. Se preocupa porque sus hijos tengan todas las comodidades. Si eres Cáncer, recuerda que no puedes protegerlos siempre, déjalos caerse y levantarse. Te lo agradecerán. 
5 Mamá Leo (23 julio - 22 agosto)
La mamá Leo es la mamá cool del zodíaco por ser el signo más aniñado. Si eres Leo de seguro tienes presente tu niñez y juventud, y en tu corazón aún sigues siendo joven, ¿no es así? Las mamás Leo aman la aventura, planifican las mejores fiestas de cumpleaños y son muy generosas.
6 Mamá Virgo (23 agosto - 22 setiembre)
De aquí para allá, la mamá Virgo siempre está haciendo muchas cosas a la vez y, como es muy organizada, sus hijos siempre llegan temprano al colegio y cumplen con las tareas. Si eres una mamá Virgo, tus hijos saben que pueden contar contigo para lo que sea, pero muchas veces olvidas la parte emocional y puedes ser un poco fría ¿verdad? Nada que no se arregle con una buena charla en familia y muchos besos y abrazos. 
7 Mamá Libra (23 setiembre - 22 octubre) 
Las mamás del signo de la balanza siempre buscan un equilibrio entre el hogar, el trabajo y demás tareas que tengan. Además, son madres justas, que no hacen diferencia entre sus hijos y que les enseñan la importancia de compartir, hacer lo correcto y ser buenos amigos. 
8 Mamá Escorpio (23 octubre - 21 noviembre)
Intuitiva por excelencia, la mamá Escorpio siempre sabe cuando algo anda mal con alguno de sus hijos, además, los defienden con uñas y dientes, pero ¡cuidado escorpiana!, no conviertas los problemas de tus hijos en los tuyos.
9 Mamá Sagitario (22 noviembre - 21 diciembre)
La mamá Sagitario es la más divertida del zodíaco y también la más impulsiva. Puede estar conduciendo hacia el colegio, pensar en una idea loca, y terminar con los niños de picnic en la playa. Ten cuidado Sagitario, tus hijos también necesitan límites, no todo es diversión. 
10 Mamá Capricornio (22 diciembre - 19 enero)
Trabajadora y responsable, la mamá Capricornio siempre recuerda la reunión de padres, la obra teatral del más pequeño y la cena con amigos a la noche. Además, las mamás Capricorno siempre alientan a sus hijos a trabajar duro, perseguir sus sueños y lograr ser quienes quieren ser. ¡Grande, ma! 
11 Mamá Acuario (20 enero - 18 febrero)
Compasivas y humanitarias, así son las mamás acuario; les enseñan a sus hijos el valor de las cosas y de ayudar a los demás. Valoran mucho la comunicación con sus hijos, pero a veces olvidan que los no quieren contarle todo a mamá. 
12 Mamá Piscis (19 febrero - 20 marzo) 
La mamá del signo del pez alentará a  sus niños expresarse, ya sea mediante una charla o a través de la pintura. Esto es porque Piscis es el signo soñador por excelencia. Anímalos siempre a soñar pero recuerda que también, a veces, hay que bajar a tierra. 

¿Que te pareció tu perfil de madre según tu signo? ¿Te sentiste identificada? ¿Qué otra característica crees que te describe como mamá? Cuéntanos.

Hábitos que dañan la salud de tu pene

Por lo general, entre el público masculino una de las cosas que más preocupan es el tamaño de su miembro; sin embargo, más allá de lo conforme o no que puedas estar en este aspecto hay razones suficientes para que te enteres de algunas costumbres que es mejor desterrar con el fin de estar sano.

Otra condición que frecuentemente ocupa y preocupa a los hombres es el tema de la eyaculación precoz; si bien es una de las problemáticas, no es el única que se debe tener en cuenta en relación a la buena salud del pene. Conservarla es una forma de evitar el sufrir de otros problemas, como por ejemplo, baja autoestima y estrés.

Hábitos que dañan a tu peneNo utilizar condón
Y aunque está más que dicho; no podemos dejar de mencionar que si tienes sexo sin protección podrías ser responsable de un embarazo no deseado y también víctima de cientos de enfermedades de transmisión sexual.

No cuidar tu salud cardiovascular
Tanto las afecciones del corazón como el sufrir de diabetes o arteriosclerosis son padecimientos que llevan a contraer disfunción eréctil; por ello, cuidar la alimentación y realizar actividad física son dos aspectos indispensables para la buena salud de tu pene.
umar es muy nocivo para el miembro viril
Es otra de las causas de sufrir disfunción eréctil, así como los problemas hormonales derivados de:

Desequilibrios hormonalesDeficiencia de testosteronaExceso de la hormona prolactina


Tu pene gozará de mayor salud si controlas....Cuidado el uso de los piercings
Si bien están muy de moda, hay ciertas partes del cuerpo en dónde colocarse un piercing conlleva más riesgos que otras; si te pones uno en el pene, podrías sufrir una importante infección en la piel del mismo.

Masturbación excesiva
También el sexo de carácter agresivo pueden contribuir a que el miembro se doble de forma abrupta, produciendo una fractura de pene, aunque no es lo más usual.
Puede bloquear la circulación de sangre y por ello sufrirías de disfunción eréctil, así que procura comer de forma saludable y aumenta la ingesta de plátanos, cebolla, ajos, chili, pimientos, huevos, ácidos omega y vitamina B1.

No te expongas al sol de forma prolongada
Parece ser que el tomar sol disminuye el deseo sexual.


¿Qué otros hábitos crees que dañan la salud de tu pene? ¡Deja tu comentario!

Trucos para saber cuántos hijos tendrás

¿Estás pensando en pedirle a la cigüeña que te traiga un pequeño en poco tiempo o simplemente tienes curiosidad por saber cuántos hijos tendrás cuando decidas comenzar a encargar? Bueno, sea por lo que sea que estés aquí, seguro quieres saber cuáles son los trucos para saber cuántos hijos tendrás, pero antes de contártelos, debo aclararte que los trucos tienen que ver con mitos o leyendas que las personas se han pasado de generación en generación y que está en ti creer o no, ¿verdad? Pero, como la curiosidad ya te está matando, no perdamos más tiempo para conocerlos... 

Truco de cadena y anillo 
¿No lo conocías?, ¿ya lo intentaste alguna vez? Yo sí y es bastante curioso; cuando eramos niñas, con mis amigas del colegio, siempre lo hacíamos para saber cuántos hijos tendríamos en un futuro y quién sabe si no tendría razón. 
Ya quieres saber cómo hacer el truco de la cadena, ¿no? Bueno, te cuento, tienes que tomar cualquier cadena y colocarle un anillo como medalla. Una vez que la tengas lista, sostiene la cadena desde el broche de cierre hazla pender sobre la palma de tu mano por unos segundos. La cadena puede moverse o no moverse, si no se mueve, entonces no tendrás hijos, ahora si se mueve, debes contar los movimientos para saber cuántos hijos tendrás. Verás que después de moverse, la cadena parará y, si comienza a moverse de nuevo, quiere decir que tendrás 2 hijos; si se mueve y para más veces, entonces tendrás más hijos, solo tienes que contar las veces que se mueve y para y así saber la cantidad de hijos que tendrás.

Ahora prestémosle atención al movimiento que realiza la cadena. Si ya lo intentaste, has visto que la cadena puede moverse en círculos o puede balancearse en un ida y vuelta. Si se mueve en círculos, entonces es una niña, si se balancea para atrás y para adelante, tendrás un lindo varón. ¿Qué resultado te dio? 

Otro dato curioso es que quienes defienden este truco para saber el número de hijos que una mujer tendrá, dicen que éste cuenta los embarazos que se tendrán y no los hijos que llegan a nacer, es decir, que esto contará también tus embarazos que no llegan a término. ¡Quién sabe! 

Truco de aguja e hilo
Esta es otra prueba para saber cuántos hijos tendrás, quizás quieras intentar ambas para corroborar si te dan el mismo resultado. Bueno, eso es lo que yo haría. Tomas un hilo y le colocas una aguja, lo sostienes de la misma forma que hiciste con la cadena y repites el proceso anterior; si se mueve en círculos es niña, si se mueve en zig zag es niño y si no se mueve, no tendrás hijos. ¡Lo siento!

Algunas personas utilizan este truco como una prueba para predecir embarazos, es decir, para saber si estás embarazada en el momento que lo realizas. La única diferencia es que tienes que recostarte boca arriba y realizar el movimiento de la aguja sobre tu vientre. 

¿Ya intentaste estos trucos para saber el número de hijos que tendrás? ¡Qué curiosidad! Ahora solo queda esperar a ver si es simplemente un mito o una realidad. Y hablando de mitos, ¿ya conoces los mitos sobre cómo quedar embarazada? ¡No te los pierdas! 

7 cosas acerca del sexo que no vas a poder creer

Una serie de estudios realizados arrojan luz sobre algunas cosas acerca del sexo que no vas a poder creer, ya que por lo general nadie se detiene a pensar si el hecho de sentir deseo sexual por otra persona puede estar o no relacionado con aspectos como el económico, entre otros. ¿Quieres aprender un poco más del comportamiento humano? Entonces, ¡no te lo pierdas!
1 Solo hombres guapos
De acuerdo a la revista Journal of Research in Personality, cuanto más exitosa es una mujer, más exigente se vuelve a la hora de mantener sexo con un hombre solo de forma ocasional. Parece ser que, ante todo, debe ser muy atractivo físicamente; por su parte, los hombres no discriminan tanto porque lo toman de forma más superficial.
2 Esposa millonaria, pareja impotente
Un boletín publicado el pasado año 2013 en la revista Personalidad y Psicología Social en un estudio realizado en Dinamarca basado en 200 parejas, dice que los hombres que perciben un salario inferior al de sus mujeres suelen medicarse para afecciones como la disfunción eréctil.

Que sea al revés influye negativamente en las mujeres, provocando en ellas insomnio y ansiedad, pero nada relativo a problemas con las relaciones sexuales.
3 En el ranking los primeros puestos son para el sexo y el alcohol
En Nueva Zelanda, la Universidad de Canterbury realizó un estudio en base a treinta situaciones de la vida diaria en las que determinó diferente puntuación según el interés que cada una proporcionaba a sus participantes. Ya sabes, en el primer puesto quedó posicionado el tener sexo, en segundo lugar beber alcohol, mientras que por ejemplo, el cuidar de los hijos quedó en quinto puesto.
4 Marido amo de casa, igual a menos sexo
Así lo afirma la revista American Sociological Review luego de estudiar a 4.500 parejas. Esto solo sucede cuando el hombre hace más tareas del hogar que la mujer; cuando son compartidas y además se basan en las reglas tradicionales según el género, esto cambia radicalmente.

Los investigadores dicen que el motivo seria que las tareas domésticas habituales resultan aburridas para los hombres.
5 A más estudio, menos parejas
Una encuesta realizada por StudentBeans.com a cinco mil estudiantes de Reino Unido, dice que a mayor exigencia en lo relativo al estudio, menor cantidad de parejas sexuales.
6 Para tener mejor sexo hay que viajar en pareja
De acuerdo una encuesta fundamentada en más de mil personas adultas por la Asociación de Viajes de Estados Unidos, las parejas que viajan juntas una o más veces al año, aunque sean escapadas de fin de semana, tienen una vida sexual más satisfactoria.
7 Múltiples parejas, sexo y sustancias nocivas
Cuantos más mayores nos hacemos, más riesgo tenemos de caer en vicios como el alcohol y las drogas si se mantienen relaciones con varias parejas sexuales. El estudio Dunedin multidisciplinario de Salud y Desarrollo, encontró que las mujeres son más propensas a caer en situaciones promiscuas en las que se incluyen las adicciones.

¿Conocías estos datos acerca del sexo? ¿Qué piensas al respecto?

viernes, 23 de octubre de 2015

Porque Quiero Que Sea Novia, Amiga Y Follamiga

Esto de las relaciones nunca se me ha dado bien. En realidad, creo que a todos la hemos liado en algún momento, ¿no? No es fácil, pues hay etapas en las que vas de cita en cita intercambiando cenas, copas y fluidos que, realmente, no te llevan más allá de un desahogo y un vaciado de cartera.

Es por ello por lo que considero que no todo debería reducirse a eso. No sé cómo, pero siempre acabamos cayendo en banalidades absurdas y llamando “mi novia” a una chica cualquiera con la que lo único que haces es cenar, follar y decirle ‘te quiero’ por WhatsApp. Pero llega un momento en el que eso ya aburre.

No quiero a alguien que lo solucione todo con un beso y un “no pasa nada”; quiero a alguien que me escuche, que comparta mi vida. Y no solo que la comparta, sino que entienda lo que yo llevo dentro y reflexione conmigo. Que me cuente y que yo le cuente. No quiero ir de la mano, quiero ir mano a mano, emborracharnos con la vida a tragos muy largos, de esos que te rasgan la garganta y te provocan una resaca de cojones al día siguiente. Porque si no puedo reírme, quejarme y llorar con ella, entonces no merece la pena. Quiero que sea mi amiga.

Quiero hacer el amor; bueno, en realidad, quiero follar, follar mucho, descorchar un champán en mitad del polvo, perder la cabeza. Ciertamente, ninguno de nosotros sabe cómo usar el sexo, pues a veces lo utilizamos como un juguete, como un entretenimiento, pero el amor es solo para aquellos que saben soportar una sobrecarga psíquica. Por eso quiero que sea mi follamiga, porque quiero follármela sin pensar en sentimientos, únicamente sintiendo el calor de sus piernas abiertas y la belleza del placer reflejada en su cara. Quiero romper el colchón y llenar de sudor el suelo.

Mi novia, mi chica, mi… Me parece absurdo etiquetar a una persona, no quiero ser el dueño de nadie, no quiero que se tatúen mi nombre, ni que el mundo entero sepa que es mía. Hay gente que se obsesiona con estas etiquetas, pierden el sentido del humor, la perspectiva, se vuelven psicóticos, joder.  Yo no soy de nadie, ni ninguna mujer es mía. Quiero que seas tú sin dejar de ser tú y que yo sea yo sin dejar de ser yo.  Quiero encontrar a esa persona con la que ser algo más que toda esa mierda preestablecida, algo nuestro, algo distinto, nuevo y auténtico.  Novia, amiga y follamiga…llámalo como quieras, yo lo llamo compañera de viaje. 

Las Relaciones En 2015: 19 Días Y 500 Noches



…Tenían razón,
mis amantes
en eso de que, antes,
el malo era yo,
con una excepción:
esta vez,
yo quería quererla querer
y ella no…

Diecinueve días y quinientas noches le costaba a Sabina aprender a olvidar el amor. Casi 17 años después, diecinueve días y quinientas noches es la media de lo que suele durar una relación. A veces pienso que, hoy en día, casi puedes ver antes a alguien en pelotas que bien vestido y arregladito para una cena romántica; no tengo nada en contra de esto, pero resulta bastante curioso cómo ha cambiado el cuento.

Ahora, nadie quiere enamorarse de quien se enamora de ti, parece que la reciprocidad asusta. En cambio, como se atreva a dudar sobre si tú le gustas o no, ya te tienen; y ojo, que por esa regla de tres, te dejan con un neceser con agravios, la miel en los labios y escarcha en el pelo. Es el eterno pez que se muerde la cola y cuyo resultado es un mundo lleno de perros del hortelano que ni comen ni dejan comer.

En 2015, ni rosas, ni velas, ni poemas de amor, como mucho un WhatsApp en alguna de esas quinientas noches y a veces gracias a tu gran amigo, el chupito de Jägger de las cuatro de la mañana, que hace que te entre la morriña. Pero ojo, nunca un “te quiero” por escrito, que casi que asusta más que de palabra, primero porque puedes verlo y segundo porque si no lo borras lo puedes sentir cada vez que lo lees. Ahora se lleva el “me apeteces” o “tengo ganas de ti”, que parece que llevan implícito menos compromiso sentimental.

En 2015, ni los treinta son los nuevos veinte ni los cuarenta son los nuevos treinta; al final parece que estemos en uno de esos libros de “elige tu propia aventura” en los que vas saltando de página en página en función de lo que prefieres vivir. Ahora, la edad está en la cabeza, no a las espaldas, y cada uno se configura la vida y le da la bienvenida al amor cuando mejor le conviene, porque lo que sí está claro es que ya no hay patrón.

Hoy parece más fácil romper relaciones que empezarlas, y parecemos más valientes por no temer la soledad, cuando lo que realmente somos es más cobardes por asustarnos al pensar si la compañía será la adecuada, la perfecta o la definitiva; y mientras, la vida pasa: ¿no te da la sensación de que parece que estemos siempre esperando algo? Es como si tuviéramos miedo de quedarnos quietos y dejarnos llevar.

“…Tanto la olvidé
que tardé en aprender a quererla
diecinueve días y quinientas noches…”.

martes, 20 de octubre de 2015

La infidelidad no siempre es mala: cómo el adulterio puede mejorar tu relación de pareja.

En estos últimos tiempos está de moda todo lo relacionado con la innovación en las prácticas sexuales de las parejas. Aunque exista todavía una visión predominante más tradicional, lejos quedan los tiempos en los que se veía como temas tabú el sadomasoquismo, la infidelidad u otras prácticas sexuales alejadas del sota, caballo y rey más habitual. Es muy posible que la explosión de fenómenos como 50 sombras de Grey hayan influido enormemente en esta nueva concepción de las relaciones en pareja, pero la realidad nos muestra que cada vez son más los casos de parejas que se liberan de esa losa de prejuicios y no temen en innovar en sus prácticas íntimas.
Durante mucho tiempo, el sexo era un aspecto oculto en las relaciones de pareja y las conversaciones sobre este placentero campo solo se reducían a los momentos previos y postcoitales. En cambio, actualmente es muy habitual ver cómo muchas parejas consideran tremendamente importante la felicidad sexual, al margen de la visión más abierta o cerrada que tengan sobre su relación, tal y como indican en Alternet.
Muchas terapias de pareja están introduciendo la innovación sexual como medio de solución a los problemas. Por tanto, es posible que puedan ayudar a las relaciones algunas actuaciones que antes se veían como algo negativo. Una de ellas es, sorprendentemente, la infidelidad. Está claro que los cuernos han supuesto infinitos conflictos y rupturas, pero terapeutas como Esther Perel opinan que el adulterio es de lo más común. Perel indica en una charla TED que a ella le gusta hablar de aventura porque es algo secreto, con una conexión emocional, más o menos grande, y con una fuerte conexión sexual.


Estos actos pueden suponer una experiencia traumática, puesto que pone en duda la opinión que tenemos de nuestro propio yo, como un gran amante, buena pareja y mejor padre. Pero las personas cada vez tienen mayores intereses, ganas de innovar y vivir experiencias nuevas, por lo que es muy posible que busquen esas vivencias fuera del matrimonio, ya que tal y como indica Perel, es imposible que el funcionamiento de este sea absolutamente perfecto.
Por qué el adulterio puede ser positivo
De este conflicto entre las creencias y el comportamiento, también habla el psicoterapeuta Shannon Sennott, que opina que cada vez más personas acuden a este tipo de clínicas porque necesitan que no se les estigmatice ni se les culpe por sus comportamientos o por ver atractivas a otras personas. Sennott cree que está habiendo un cambio en el comportamiento de las parejas, puesto que quieren introducir nuevas prácticas sexuales en su vida. Esta misma idea la defiende Tammy Nelson, que señala en The New York Times cómo se están cambiando muchas de las normas establecidas respecto a las relaciones de pareja y el sexo. E, incluso, la propia Perel llega a decir que el adulterio puede influir positivamente en una relación, ya que abre la puerta a hablar honesta y profundamente sobre los intereses y pasiones sexuales de los miembros, más allá de los prejuicios iniciales que a veces existen en una pareja.
El fracaso de muchas parejas al final llega por no conocerse entre ellos, más que por el simple acto de la infidelidad
Es cierto que una relación debe construirse a partir de verdades y esto no debe escaparse en el sexo. Todo el mundo, en mayor o menor medida, puede tener gustos sexuales alejados de lo que puede considerarse normal, por lo que es necesario pararse a hablar sobre estos gustos y buscar un punto de entendimiento. Por estos motivos, Sennott en sus terapias siempre pide que los clientes cuenten su historia sexual e intereses más ocultos, puesto que es necesario abrirse sexualmente pare poder disfrutar realmente de este placer.
El problema es que muchas personas, y parejas, no saben lo que les gusta y lo que no les gusta, porque no están acostumbrados a pedir, ni que les pidan y nunca se han sentado a hablar honestamente, indica Sennott. Por estos motivos, muchas relaciones se estancan, ya que no innovan, no buscan lo que quieren y la cama se convierte en el espacio más monótono de la casa. Perel en cambio, señala que hay que diferenciar entre la perspectiva del dolor y la traición del proceso de autodescubrimiento o conocimiento de nuestra pareja. Al fin y al cabo, el fracaso de muchas parejas al final llega por el desconocimiento mutuo, más que por el simple acto de la infidelidad.

CUANDO EL AMOR NOS OBNUBILA Por qué acabas emparejado con alguien que no te gusta físicamente.

¿El físico importa? En torno a esta pregunta han girado infinitas charlas, tesis o ensayos de los muchos filósofos de barra de bar que hay en nuestro país. Al margen de estas opiniones más o menos infundadas, y desde un punto de vista más científico, siempre resulta interesante saber cómo influye la apariencia física en un proceso tan misterioso como es el del enamoramiento.
Cada vez más son las teorías que defienden que el amor es un cóctel químico en el que sus ingredientes varían según la etapa en la que uno se encuentra. En una primera etapa de lujuria, se liberan hormonas como la testosterona y el estrógeno. En cambio, con el enamoramiento tienen mayor importancia la adrenalina o la melatonina, mientras que en la fase final, de apego, se libera oxitocina, hormona muy relacionada con la maternidad.
El amor no es totalmente ciego
Como vemos, ya están muy desarrolladas las explicaciones científicas sobre el proceso de enamoramiento, lo que no están tan claro, sin embargo, son los motivos que nos llevan a sentir la conocida sensación de las mariposas en el estómago. Quizá en un primer momento lo lógico es que nos llamen la atención aquellas personas que poseen cierto atractivo, pero ¿qué es el atractivo?, ¿es algo objetivo?, ¿por qué hay personas que sabemos que son atractivas pero no nos gustan?

Que le demos importancia al atractivo no significa que siempre mantengamos una relación con alguien que nos lo parezca
No parece sencillo encontrar una respuesta para estas cuestiones. Quizá lo único que se tenga claro es que el amor no es, al menos, totalmente, ciego. Por mucho que demos importancia a la personalidad, también hacemos caso a la apariencia física. En una encuesta realizada, a mil hombres y mujeres, por Harris Interactive cerca del 78 % de los encuestados opinaban que la atracción física es muy importante. Sin embargo, este atractivo avanza hacia un factor más emocional con el paso del tiempo.
Una paradoja que no tenemos en cuenta
Que le demos importancia al atractivo no significa que siempre mantengamos una relación con alguien que nos lo parezca. También se puede acabar enamorado de una persona que en un primer momento no nos llame la atención ni lo más mínimo o a la que encontremos numerosos aspectos negativos con el paso del tiempo. Cuando esto ocurra es importante que las razones por las que esa persona no nos gusta sean mucho menos profundas que los motivos por los que sí. Esta clave parece propia del sentido común, pero no ocurre tanto como cabría esperar.
Stephen J. Betchen, terapeuta matrimonial y doctor por la Universidad de Pensivannia, señala en Psychology Today que a lo largo de su carrera se ha encontrado con diferentes casos que le demuestran que, a menudo, la gente se introduce en una relación seria, o en un matrimonio, sin sopesarlo lo suficiente: “La mayoría de personas son conscientes de que algo no les gusta y siguen adelante. Esto no es suficiente, uno debe tener claro cómo es la persona con la que se va a casar y saber por qué lo hace”, indica Betchen.
Una relación seria debe tomarse, como su nombre indica, con seriedad y para ello es necesario examinar si realmente estamos con la persona correcta. Está claro que los vínculos afectivos son básicos para su desarrollo, pero también hay que tener claro que con el aumento del compromiso, también es necesario pararse a reflexionar sobre todos los problemas que existen en la pareja, puesto que es habitual que estos empeoren con el paso del tiempo, tal y como indica Betchen.
Al final la clave para que se desarrolle positivamente una relación es que se construyan unos cimientos sólidos y exista tolerancia. “Sin esa base sólida, cualquier relación se convierte en un castillo de naipes”, opina Betchen. Visto así, quizá parezca una cuestión de lógica aplastante. Sin embargo, no deja de ser paradójico que, en ocasiones, le dediquemos tan poco tiempo y esfuerzo a reflexionar sobre un campo de nuestra vida que, a la larga, tiene tanta repercusión sobre nosotros mismos.




Esta es la gente que tiene menos probabilidades de ligar (y practicar sexo)

En España existe una curiosa y ancestral discusión entre los ciudadanos de cualquier ciudad con los de las localidades y regiones colindantes. La disputa versa sobre dónde es más complicado ligar. Sorprendentemente, todos coinciden en que en la suya es más ardua dicha tarea. Es cierto que existen tópicos y refranes sobre determinadas zonas. Los vascos siempre dicen que es imposible ligar en País Vasco y que tienen que bajar al sur para triunfar, los castellanos suelen utilizar el dicho de 'Ancha es Castilla y estrechas las castellanas', y otras tantas regiones tienen sus propias frases hechas en materia amorosa.
Aunque todas las zonas tienen sus propios prejuicios adquiridos, a la hora de la verdad, no nos engañemos, hay personas que van a conseguir ligar estén donde estén y otros que por mucho que lo intenten se irán a casa sin comerse un rosco. ¿La razón? Sigamos con tópicos: el físico. Normalmente achacamos a estos atributos el fracaso amoroso, que nos roben una posible conquista o simplemente que no veamos correspondidos nuestros esfuerzos.
¿Es el físico determinante?
Algunos teóricos como Billi Gordon, profesor de medicina en la Universidad de California, creen que son el comportamiento y la actitud los que marcan la línea entre el éxito y el fracaso. Parecer desesperado, no saber cómo piropear o decir cumplidos o flirtear con varias personas a la vez son algunos de los errores que señala Gordon.

El promedio de acompañantes sexuales en personas entre los 30 y 44 años es de ocho, tanto en el sexo masculino como en el femenino
Está claro que el factor psicológico tiene repercusión a la hora de flirtear de manera exitosa, pero no es el único condicionante, el físico también tiene una influencia nada desdeñable. Estudios más recientes, como el llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Chapman, han tratado de encontrar determinados rasgos que sean resolutivos a la hora de triunfar o no en las conquistas. Para ello han observado a más de 60.000 hombres y mujeres heterosexuales y tras el trabajo de campo han encontrado relación entre la altura, la masa corporal y la facilidad o dificultad a la hora de encontrar una pareja sexual, tal y como informa el diario británico 'The Independent'.
“La investigación ha encontrado que un elevado número de mujeres prefiere a los hombres altos”, explica el investigador y promotor del estudio, David Frederick. Esto no significa, sin embargo, que cuanto más alto sea un hombre más éxito tendrá, sino que más bien existe un umbral de altura en el cual se complicará el flirteo para aquellos que estén por debajo. En cambio, no tiene por qué existir tal diferencia entre los que lo superan. En el caso de las mujeres, también tienen más complicaciones las bajas para encontrar alguien con quien tener sexo.
Mejor con sobrepeso
Respecto a la masa corporal, la primera conclusión no es nada sorprendente, puesto que detectaron que los delgados, tanto hombres como mujeres, encuentran con mayor facilidad alguien con quien compartir pasiones. Lo más chocante es que, en el caso del sexo masculino, son más exitosos aquellos con una masa corporal elevada, en comparación a los que tienen un peso medio. La respuesta que encuentra Frederick es que la percepción social de sobrepeso no tiene nada que ver con la clasificación médica. Una persona con un índice de masa corporal superior a 25 se considera que tiene sobrepeso, pero un hombre muy musculado o grande es bastante posible que supere esos 25 puntos.
Otra de las conclusiones a las que llega el estudio, y que acaba con muchos tópicos y fantasmadas, es que el número de parejas sexuales de hombres y mujeres es prácticamente idéntico. El promedio de acompañantes sexuales en personas entre los 30 y 44 años es de ocho, tanto en el sexo masculino como en el femenino. Además, entre todos los encuestados, el 58 % de los hombres estudiados han compartido cama con más de cinco mujeres, mientras que las cifras se sitúan en un 56 % en el caso de las mujeres.
La diferencia es algo mayor entre aquellos con un número elevado de parejas: un 29 % de los hombres han estado con más de 14 acompañantes, por solo un 23 % de mujeres. Sin embargo, seis puntos  tampoco puede decirse que sea una diferencia especialmente destacable. Estos datos nos llevan a una clara y evidente conclusión: no existe tanta desemejanza entre lo que ligamos, y cómo lo hacemos, hombres y mujeres, aunque cada uno podamos tener nuestros propios trucos y gustos.





De niña a hombre: 1.400 'selfies' para mostrar su cambio tras el tratamiento hormonal.

Acné, Granos, Hormonas de control pecado. CUALQUIER Tiempo Pasado no siempre FUE mejor. La adolescencia Es Una Etapa En La Que El Cuerpo Sufre Cambios Radicales en poco Tiempo y se PREPARA párrafo Convertirse en adulto. De organismos europeos de normalización momentos unicamente Suelen quedar fotos Que Muchos se empeñan en Ocultar o pantalones de campanas imposibles olvidados en El último y Más inaccesible cajón del armario. Sin embargo, un Jamie Raines le Queda Mucho Más Que eso: un vídeo Que detalla CÓMO ha Sido Do Evolución de 'niña de un hombre'.
Sí, ja Leído busque. Jamie Nació con sexo femenino, Pero Nunca de CONSIDERO Como tal. De Cuando Alcanzó la Mayoría de Edad, no se lo penso Dos Veces y comenzo con la medicación una base de testosterona. Durante tres años, Este adolescente se Hizo Una Imágenes Cada Día párr comprobar v CÓMO Habia Sido El que habia Cambio Sufrido su Cuerpo. Ahora, Una Vez Finalizado su Tratamiento, ha aunado Todas AEE Imágenes En un video Time lapse.



jueves, 15 de octubre de 2015

El fuego siempre quema.


Veintitodos

La decena de los 20 está llena de energía, de locuras, de experiencias, de besos, de alcohol y de orgullo. Pero también de miedos, incertidumbre, inseguridad y decepción. Seguramente sea la década en que ocurren más cosas y en la que conocemos al milímetro cada traviesa (¡qué nombre tan afortunado!) de la vía de una montaña rusa que no te devuelve al mismo sitio.
Estas son 29 de las lecciones que he aprendido hasta hoy, que cumplo 29:
(1) He aprendido que la única forma de disfrutar de las cosas es estar dispuesto a perderlas, que las armaduras te quitan golpes pero también caricias, que vivir con los brazos abiertos deja el camino igual de despejado al que te quiere partir la cara que al que te quiere dar un abrazo, y que no se puede optar a lo uno sin lo otro.
(2) He descubierto que hacen falta varios “no lo volveré a hacer” para no volverlo a hacer, (3) que la diferencia entre el número de errores y el número de disculpas se llama orgullo, (4) que las relaciones que más duran son aquellas en las que prefieres estar juntos a tener la razón (5) y que nunca es tarde para pedir perdón ni para dar las gracias a quien te cambió la vida.
(6) He aprendido que en la vida existen uno o dos sueños grandes y que los demás son pequeñitos (y que son realmente pocos los que apuestan a lo grande), (7) que es una cagada no dedicarse a lo que uno ama por preferir dinero, “status” o satisfacer a otros y que nadie debería ser su plan B.
“En la vida existen uno o dos sueños grandes y los demás son pequeñitos.”
(8) Que nunca sabremos lo que hay en nuestra vida paralela y que es el precio que toman los valientes cuando ven una bifurcación.
(9) He comprobado que el mundo es muy grande y que, si algún día soy padre, le pondré a mi hijo un mapamundi en la pared. (No quiero que piense como muchos que el extranjero es lo que está fuera del hotel). (10) Ah, y que no, no sabemos inglés.
(11) Que la decepción existe y tiene espejo, y que, a veces, no estar a la altura y la idiotez corren de nuestra cuenta. (12) He aprendido que existe poca gente mala y que tras quienes lo parecen suele haber solo un niño asustado. (13) Que la mayoría de las malas palabras esconden la petición de un abrazo desesperado.
(14) He aprendido que el mundo no se rige por la justicia o el mérito, que bueno y fama no son lo mismo y que lo sublime o la belleza jamás la creará el aplauso (15) y que si quieres dejar huella no puedes seguir los pasos de todo el mundo. (16) Que destacar está penalizado y es doloroso, porque no gusta ni lo muy bueno, ni lo muy malo, gusta lo igual, y que ser una excepción es la única forma de ser excepcional.
(17) He aprendido que no existen las garantías, sino las posibilidades, y que la mayoría de cosas que se logran no son fruto de un intercambio en el que “si haces esto, esto obtienes”, sino de una rifa que te toca o no, y donde lo único que podemos hacer es esforzarnos por tener el mayor número de boletos 
(18) He aprendido que solo hay dos tipos de papel que dan felicidad al hombre y ninguno es el dinero: el papel de regalo y el papel higiénico; y que, aunque se llama “ganarse la vida” a ganar dinero, por ganar dinero muchos se pierden la vida.
Sobre el éxito he descubierto muchas cosas. (19) Una es que ‘llegar lejos’ no es ser famoso o adinerado, sino ser mucho mejor que lo que eras en tu punto de partida; (20) otra, que lo contrario del éxito no es el fracaso, es no intentarlo; (21) y, la más importante, que donde más se ve a una persona de éxito no es en un traje o un maletín, sino en el brillo de los ojos de quienes le rodean.
“Si quieres dejar huella no puedes seguir los pasos de todo el mundo.”
(22) He aprendido que todas las veces que me creí superior a otro por ser más inteligente, más guapo o más rápido me vi superado por alguien que simplemente sabía amar
(23) Que la vida se divide en dos tipos de personas: los ignorantes que saben que lo son, y los que no, (24) y que crecer es descubrirse pequeño.
(25) He aprendido que hay que leer. (26) Que hay que leer mucho.
(27) He desaprendido a complacer a todo el mundo y asumido que para decir NO, debes saber a qué decir que SÍ.
(28) He aprendido que hay muchos tipos de relaciones, que unos vienen para quedarse y otros para enseñarte. Que lo que hace una relación verdadera no es el tiempo que alguien está a tu lado, sino el poso que te deja aunque sea en un instante.
He hecho tantas fiestas y con tanta gente en estos años que a quien se lo cuente, si no estaba, no lo creería, (29), y de todo ello he aprendido lo sencillo y necesario que es conocer y conectar gente, y que es más fácil rellenar una casa de muchos que llenarla con pocos.
Y, sobre el amor… Creo que a esta edad saber mucho es lo mismo que no saber nada. Podría escribir tantas lecciones que de hacerlo me obligarían a cumplirlas. Lo dejo para los (30). Solo diré que he amado, he disfrutado, he huido, he enloquecido, he sufrido y he perdido. Y aún así puedo decir, incluso gritar, que vale la pena seguir con el corazón abierto.

Y tu vida… ¿de qué va?

Admiro a las personas que tienen una historia. No momentos, sino una historia.
Es importante que distingamos esto, pues una historia se compone de momentos, pero no todos los momentos hacen una historia. Estas personas me parece que tienen vidas fascinantes. Siempre están haciendo algo y siempre tienen algo que contar. Suelen hablar acelerados y los ojos les brillan como si sus retinas no fueran espejo de la luz de fuera sino ventana a la luz que hay dentro.
Y tu vida… ¿de qué va?
El ser humano está hecho para sobrevivir, no para ser feliz. Eso lo sabemos. Para lo primero estamos programados; para lo segundo hay que hacer un pequeño hackeo. Quien quiera entrar en el juego de la felicidad y aspirar a sus frutos, debe asumir ciertas responsabilidades no incluidas en el juego de sobrevivir. Una de ellas es la creación de sentido.
Lo que parece claro es que muy poca gente sabe de qué va su vida. ¿Cómo se llama tu película? ¿Cuál es tu causa? ¿Qué tiene en común todo lo que haces? ¿En torno a qué amor gira tu vida? Lo que haces, ¿suma para conseguir tu sueño? ¿Tienes un sueño?
Sumidos en nuestras rutinas, repetimos cada día las mismas acciones hasta que nos parece algo habitual: vamos al trabajo, quedamos con gente, nos vamos de compras, etc. Así rellenamos (que no llenamos) los días mientras un vacío persiste, creando una sensación de desazón e insuficiencia y unas quejas que vendrían a ser algo así: “Menuda mierda de vida… ¡Mañana más!”.
Así es el conformismo. Lo sabemos pero no nos rebelamos. Mañana más. Intentamos, eso sí, sacar lo mejor de lo peor o, lo que es lo mismo, nos resignamos con elegancia. El conformismo es procurarse un buen sofá en vez de levantarse. Es ignorar que lo único que te falta es un sueño. Y si no te gusta la palabra sueño, usa la palabra ilusión, propósito, causa, por qué o sentido.
“Menuda mierda de vida… ¡Mañana más!”
-¿Te importaría decirme, por favor, qué camino debo tomar desde aquí?
-Eso depende en gran medida de adónde quieres ir, -dijo el Gato.
-¡No me importa mucho a dónde…! -dijo Alicia.
-Entonces, da igual la dirección.
Este conocido fragmento de Alicia en el País de las Maravillas ilustra perfectamente el problema: “Si no sabes a dónde vas, qué más da cuál sea el camino”. Buen slogan para una legión de pollos sin cabeza. Y es que, sin metas no se camina: se deambula. (Y mejor que metas, sentido).
Personas con historia: la vida como una película
Hay dos formas de vivir: como álbum de cromos o como cuento; como serie o como película; vivir de momentos o vivir una historia. La elección que hagamos marca la diferencia entre una existencia placentera y divertida o una feliz y plena.
Hoy en día lo habitual es optar por la primera vía. Vivimos en la sociedad de lo efímero, de lo nuevo y de lo desechable. Buscamos y tenemos muchas experiencias y momentos, pero desconectados entre sí. Es la sociedad del hedonismo, el individualismo y la búsqueda del placer subjetivo.
Optar por la segunda vía no quiere decir experimentar menos momentos, sino conectarlos entre sí. Es hacerse consciente de que una historia son momentos conectados.
Momentos que chirrían
Imagina esta historia:
Iba caperucita alegremente cantando por la pradera de camino a ver a su abuelita y llevarle unos dulces. A mitad de la travesía, decidió abrir la cesta, sacar la Play Station y echar unas partidas al Final Fantasy.
Chirría, ¿verdad? Nuestra vida está llena de interferencias, de momentos sin conexión que destrozan nuestro cuento. Por esto, establecer un sentido exige una importante responsabilidad: elegir, priorizar y desechar.
No hagas nada que no contribuya a tu historia. Si tienes que dejar tu trabajo, déjalo; si tienes que dejar a tu pareja, déjala; si tienes que apartarte de algunos amigos, familiares o entornos, aléjate. No cabe duda que será doloroso, pero no permitas que nadie ni nada chafe tu historia.
“El sentido es lo que define si eres capitán o barco, veleta o viento.”
Querido Charlie Brown
Decía Charlie Brown en una viñeta: “Mi vida no tiene propósito, ni dirección, ni finalidad ni significado, y a pesar de todo soy feliz. No lo puedo comprender. ¿Qué estaré haciendo bien?”. Esto pinta muy bien cuando todo a nuestro alrededor es alegría, pero cuando las cosas vienen mal dadas, sin dirección, finalidad ni propósito, uno se va a la deriva.
– ¡Mamá, mamá, Pedro me ha pegado un puñetazo!
– Hijo, estás en un combate de boxeo.
Un golpe podría ser algo doloroso, cruel o humillante hasta que lo encajamos dentro del contexto adecuado. Visto dentro de un combate, un puñetazo solo es una pequeña parte natural y coherente de la historia. Quien da un sentido a su vida, sabe encajar las vicisitudes que se presentan. Sabe encajar los golpes dentro del combate. Y seguir adelante con la guardia en alto.
“Sé el dueño de tus propias ambiciones.”
Fríamente hablando, la vida no tiene ningún sentido y el universo sigue su curso sin que tú –esa pequeñísima cosa- le importes en absoluto. Ahora bien, que no tenga sentido no quiere decir que no podamos darle uno. Y esta es la primera regla del juego de la felicidad: dar un sentido a tu vida.
El sentido es lo que diferencia existencia y vida, momento o historia, trascendencia u olvido. Es lo que define si eres capitán o barco, veleta o viento. Es lo que nos permite ser dueños de nuestras propias ambiciones, descubrirnos como directores de nuestra película y, sobre todo, saber cómo se titula.
Solo creando un sentido podemos conectar nuestros momentos para convertir nuestra vida no en una suma de instantes, sino en una experiencia unificada, pues solamente si sabemos a dónde vamos podemos saber qué elementos y quiénes sobran para llegar donde queremos. Solo así podremos eliminar las tomas falsas de nuestra historia y escribir y disfrutar un guion inolvidable para nosotros y todo aquel que vea nuestra película.
¿Cómo se llama tu película?

No seas tu plan B

Cuando alguien no se acaba dedicando a aquello que ama no se llama realismo, falta de recursos o imposibilidad: se llama conformismo.
Casi siempre la misma historia: niño con hambre de mundo y ambiciones se convierte en joven con sueño; joven motivado orienta sus primeros estudios a su sueño; joven menos joven termina estudios y envía CVs a empresas que colmarían sus aspiraciones; empresas en crisis o con muchas peticiones para un mismo puesto dicen no; joven desmotivado busca trabajo en lo que sea hasta que lo encuentra; joven empieza a ganar dinero y a comprarse cosas; joven olvida sueño.
Evidentemente, nadie va a decirte que se vendió por dinero o que le venció el miedo, pero al que se entrega a su pasión se le nota en seguida.
Es necesario recuperar la pasión y llevarla a todos los ámbitos de nuestra vida. Tu vida no empieza cuando terminas el trabajo, tu vida empezó al nacer. Si lo que más amas es cantar, canta; si lo que amas es hacer surf, monta una escuela de surf, y si lo que amas es escribir, crea tu propio (El) universo de lo sencillo.
No basta con estar contento en el trabajo, hay que estar enamorado de él de la misma forma que lo harías de una persona. A tu pareja no le dirías “estoy contento contigo”, a tu pareja le dices “me vuelves loco, quiero ‘tú’ a todas horas”. Con tu trabajo debe ser igual.
No seas menos de lo que quieres.
“No basta con estar contento en el trabajo, hay que estar enamorado”.
Si aceptas el reto, hay tres grandes obstáculos a los que debes hacer frente. Son los asesinos de sueños: el dinero, la impaciencia y la opinión de los demás.
El dinero
Se llama ganarse la vida a ganar dinero, pero por ganar dinero, muchos se pierden la vida.
El dinero es el gran hipnotizador de nuestro tiempo. Uno de los mayores efectos que produce es hacer creer que aunque no sea nuestro trabajo más deseado, si pagan bien, vale la pena porque mejora la calidad de vida. Pero la calidad de vida no es una TV de plasma más grande o un aperitivo al sol una vez a la semana; la calidad de vida es vivir enamorado cada minuto de lo que haces, es no querer acostarse y despertarse antes que el despertador. La gente apasionada duerme poco.
Otra creencia equivocada es pensar que dedicarse a una pasión no da dinero. Todo lo contrario: la pasión conduce a la maestría, la maestría genera valor y el valor da dinero. Aunque para ello hay que tener algo de paciencia.
Impaciencia
En la cultura de la inmediatez, los primeros afectados son el esfuerzo y la perseverancia. Queremos muchas cosas y las queremos ya. La capacidad para posponer recompensas y gratificaciones está en peligro de extinción, y los prismáticos han sido sustituidos por unas gafas de cerca que todo lo aumentan y ocultan cuanto hay más allá.
Es en la perseverancia donde se descubren los amantes, donde se diferencian sueños y caprichos. Perseverar es hacer lo necesario el tiempo necesario.
Es posible que tu pasión tarde en darte dinero, y que hasta que eso llega tengas que buscar un trabajo ‘nutricional’ o de mantenimiento. ¿Cuál es el problema? Valga el ejemplo –y con todo respeto–, si trabajas ocho horas en una pizzería y al terminar te pones a pintar, no eres pizzero, eres pintor. Eres lo que amas, no lo que da dinero. Llegará el día que puedas vivir de tus cuadros. Al final, lo que diferencia a la gente que triunfa de la que no, es lo que hace al salir de la pizzería.
La opinión de los demás
Nada nuevo bajo el sol. A la gente le gusta opinar, juzgar y proyectar su vida y experiencias en ti. Creen que sus límites son los tuyos, que el camino que ellos tomaron fue el mejor y que lo demás es desviarse. Llamarán locura y fantasía lo que para ti es pasión, pero la fantasía es solo la imaginación sin acción, y muere al pelear.
A menudo te harán sentir que vales menos y que no eres lo suficientemente bueno, lo cuál es lógico (tener un sueño no es ser idiota), al principio, ¿quién lo es? Pero no es quien eres, es quien vas a ser. Dice más de una persona dónde va que dónde está o de dónde viene.
Apostar por tu sueño implica grandes momentos de soledad en los que gente que debiera estar a tu lado empujando no lo está. Y es muy doloroso: ¿cómo les explicas que el éxito de una persona no es una cuenta de resultados que se mida en cuanto ganas, qué tienes o cuánta gente te conoce? ¿Cómo les explicas que lo que haces te gusta tanto que no quieres ponerlo en un segundo plano de nada? ¿Cómo les explicas que aunque no te apoyen no vas a cambiar de rumbo, y que si siguen así lo que van a conseguir es perderte? En el fondo son preocupaciones comprensibles: cómo vas a mantenerte, cómo vas a comer de eso… pero es precisamente en este momento donde hay que apretar con más fuerza, confiar en el poco a poco y dar más valor que tú crees que a lo que otros puedan creer. Es en esta bifurcación donde elegimos si tomamos el camino del verdadero éxito o el de regalar un buen trozo de nuestra vida.
“No vivas esperando que vean lo grande que eres, vive intentando ser grande, que ya lo verán”.
El trabajo es una de las partes más importantes de nuestra vida. La cuestión es si te elige él a ti o tú a él, si manda en ti el miedo y la seguridad o tu ambición, si tus decisiones las tomas desde el miedo o desde el amor.
Confía en esa voz interior que te dice que es posible y trabaja poco a poco; no vivas esperando que vean lo grande que eres, vive intentando ser grande, que ya lo verán; ten la humildad de saber que tal vez no puedas llenar una plaza y cantar delante de diez mil personas, pero seguro que puedes cantar mil veces delante de diez. No se trata de ser una estrella, sino de sacar tanta luz como tengas; y, sobre todo, ama todo cuanto hagas, desde el primer minuto hasta el último, pues ningún segundo merece el deslucimiento que otorga el conformismo.
Haz lo que amas. No seas tu plan B.

Vive de forma que te duela marcharte

El hombre vive, el animal existe/
El hombre muere, el animal termina.
VV.AA/Enrique Rojas
Cuando se calcula la esperanza de vida no se tienen en cuenta los momentos que vivimos a medio gas. De ser así, sería mucho más corta. Es la diferencia entre existir o vivir, entre hacer de la vida un viaje llevadero o hacer de la vida un viaje espectacular.
Ante cada decisión, tenemos dos formas de plantarnos en el presente: como rácanos o ratillas que juegan a no perder su botín o como aventureros que buscan un tesoro en cada isla; con defensa de cinco o con tres delanteros y ataque por las bandas.
En una cultura que confunde tener y ser y que al confort llama felicidad, no es de extrañar que se haya interiorizado que el éxito es la ausencia de errores en lugar de saber que el verdadero fracaso es la ausencia de intentos. Esta creencia errónea ha devenido en el extraño hábito del ser humano de medirlo todo, compararlo y razonarlo. Demasiada confianza en la razón, útil para decisiones sencillas, pero corta para las grandes ambiciones. Como dice Ruth Chang, “un mundo lleno de elecciones fáciles nos haría esclavos de la razón”. Lo más importante no se mide en cantidades lógicas, racionales y cuantificables. Lo mejor de tu vida no vas a poder ponderarlo nunca en kilos, metros o grados. Ninguna báscula, regla o termómetro podrá calibrar el peso, poso y calidez que en ti dejaron los buenos momentos.
Esto no es una invitación a ser un temerario o a actuar como un pollo sin cabeza. Es un recordatorio de que el éxito no depende de factores externos, resultados o medallas, sino del desarrollo pleno de las capacidades internas. Dicho de otra forma, el éxito no es ganar la carrera, es correr todo lo que puedas.
“La vida no es una bandeja que hay que picotear, es un plato que hay que rebañar”.
Dalo todo y no pierdas el tiempo con lo que no está en tu mano. Por ti que no haya sido. Y ya sea con una pareja, con tus amigos, en un viaje o en un compromiso que no te apetecía nada, intenta exprimir cada momento. Que donde estés, estés, pues estar en un sitio con la cabeza en otro lado es no estar en ninguna parte. Si cabeza cuerpo y corazón no se alinean, no es presencia sino ausencia. La vida no es una bandeja que hay que picotear, es un plato que hay que rebañar.
Dicen y repiten en Tierras de penumbra que “el dolor de hoy es la alegría de ayer”. Lejos de temerlo o rehuirlo, haz del dolor una buena señal y desconfía de las despedidas que ni fu ni fa. De los sitios hay que irse llorando.
Unas veces tendremos que irnos nosotros y otras se irán ellos (momentos y personas), pero si algo es seguro es que no se puede disfrutar aquello que no estamos dispuestos a perder. En el precio de crecer está incluido salir de la zona segura, soltar, moverse. Y una vez empiezas a moverte ya no dejas de decir adiós. Crecer es un continuo echar de menos.
Se trata de un auténtico pacto de valientes: por cada adiós, un saludo; por cada saludo un adiós. Hasta saldar un día las cuentas entre el mayor de los saludos, nacer, y el mayor de los despidos: morir.
Niégate a morir sin un gran epílogo. Yo ya he decidido mi epitafio: quiero uno que ponga algo como “Aquí yace una persona que ojalá se hubiera quedado” o “¡Joder, él no!”. ¿Qué frase quieres tú? ¿Qué has hecho hoy por tu epitafio?
“Darlo todo es el refugio y el consuelo de las vidas excelentes”.
Hagas lo que hagas, entrégate, dalo todo y allá lo(s) demás; exponte sin temor a esas experiencias donde las pasiones arden y los corazones ensanchan; cumple tu parte y no racanees a la vida con una versión de ti más baja de lo que puedes dar, porque son esos pequeños ahorros de entrega los que poco a poco van quitando brillo a nuestra historia y van dejando a nuestro paso un rastro de aventuras deslucidas.
Si te dejas algo en el tintero puede que te evites algún borrón, pero también puede que te pierdas uno de los mejores párrafos de tu historia.
Mientras que las garantías son los avales de las existencias pobres, darlo todo es el refugio y el consuelo de las vidas excelentes. Es en el coraje de exponerse ante el mundo sin reservas, a sabiendas de que puede no irnos bien, donde la entrega se convierte en el corsé que mantiene las cabezas altas.
Vive de forma que te duela marcharte.