En España existe una curiosa y ancestral discusión entre los ciudadanos de cualquier ciudad con los de las localidades y regiones colindantes. La disputa versa sobre dónde es más complicado ligar. Sorprendentemente, todos coinciden en que en la suya es más ardua dicha tarea. Es cierto que existen tópicos y refranes sobre determinadas zonas. Los vascos siempre dicen que es imposible ligar en País Vasco y que tienen que bajar al sur para triunfar, los castellanos suelen utilizar el dicho de 'Ancha es Castilla y estrechas las castellanas', y otras tantas regiones tienen sus propias frases hechas en materia amorosa.
Aunque todas las zonas tienen sus propios prejuicios adquiridos, a la hora de la verdad, no nos engañemos, hay personas que van a conseguir ligar estén donde estén y otros que por mucho que lo intenten se irán a casa sin comerse un rosco. ¿La razón? Sigamos con tópicos: el físico. Normalmente achacamos a estos atributos el fracaso amoroso, que nos roben una posible conquista o simplemente que no veamos correspondidos nuestros esfuerzos.
¿Es el físico determinante?
Algunos teóricos como Billi Gordon, profesor de medicina en la Universidad de California, creen que son el comportamiento y la actitud los que marcan la línea entre el éxito y el fracaso. Parecer desesperado, no saber cómo piropear o decir cumplidos o flirtear con varias personas a la vez son algunos de los errores que señala Gordon.
El promedio de acompañantes sexuales en personas entre los 30 y 44 años es de ocho, tanto en el sexo masculino como en el femenino
Está claro que el factor psicológico tiene repercusión a la hora de flirtear de manera exitosa, pero no es el único condicionante, el físico también tiene una influencia nada desdeñable. Estudios más recientes, como el llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Chapman, han tratado de encontrar determinados rasgos que sean resolutivos a la hora de triunfar o no en las conquistas. Para ello han observado a más de 60.000 hombres y mujeres heterosexuales y tras el trabajo de campo han encontrado relación entre la altura, la masa corporal y la facilidad o dificultad a la hora de encontrar una pareja sexual, tal y como informa el diario británico 'The Independent'.
“La investigación ha encontrado que un elevado número de mujeres prefiere a los hombres altos”, explica el investigador y promotor del estudio, David Frederick. Esto no significa, sin embargo, que cuanto más alto sea un hombre más éxito tendrá, sino que más bien existe un umbral de altura en el cual se complicará el flirteo para aquellos que estén por debajo. En cambio, no tiene por qué existir tal diferencia entre los que lo superan. En el caso de las mujeres, también tienen más complicaciones las bajas para encontrar alguien con quien tener sexo.
Mejor con sobrepeso
Respecto a la masa corporal, la primera conclusión no es nada sorprendente, puesto que detectaron que los delgados, tanto hombres como mujeres, encuentran con mayor facilidad alguien con quien compartir pasiones. Lo más chocante es que, en el caso del sexo masculino, son más exitosos aquellos con una masa corporal elevada, en comparación a los que tienen un peso medio. La respuesta que encuentra Frederick es que la percepción social de sobrepeso no tiene nada que ver con la clasificación médica. Una persona con un índice de masa corporal superior a 25 se considera que tiene sobrepeso, pero un hombre muy musculado o grande es bastante posible que supere esos 25 puntos.
Otra de las conclusiones a las que llega el estudio, y que acaba con muchos tópicos y fantasmadas, es que el número de parejas sexuales de hombres y mujeres es prácticamente idéntico. El promedio de acompañantes sexuales en personas entre los 30 y 44 años es de ocho, tanto en el sexo masculino como en el femenino. Además, entre todos los encuestados, el 58 % de los hombres estudiados han compartido cama con más de cinco mujeres, mientras que las cifras se sitúan en un 56 % en el caso de las mujeres.
La diferencia es algo mayor entre aquellos con un número elevado de parejas: un 29 % de los hombres han estado con más de 14 acompañantes, por solo un 23 % de mujeres. Sin embargo, seis puntos tampoco puede decirse que sea una diferencia especialmente destacable. Estos datos nos llevan a una clara y evidente conclusión: no existe tanta desemejanza entre lo que ligamos, y cómo lo hacemos, hombres y mujeres, aunque cada uno podamos tener nuestros propios trucos y gustos.
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