Una mujer de 45 años entró a la estación de policía de Toulouse con tres bolsas de cocaína para preguntarles a los oficiales si era de buena calidad.
Dos de los paquetes contenían cocaína pura y el otro crack de cocaína. La mujer abrió los primeros y le pidió a los policías que los probaran, ella quería asegurarse que fuera “de la buena” para que nadie muriera de sobredosis con el producto.
La condena
La originaria de Tolouse fue inmediatamente detenida. En Francia la pena por posesión es hasta de un año en prisión y una multa de 3 mil 750 euros. Los distribuidores pueden estar presos hasta por cinco años y deben pagar 75 mil euros. Estos castigos se duplican para quienes le venden a menores o lo hacen cerca de alguna escuela.
La mujer comentó que había comprado las drogas en Internet pero no pudo explicar por qué decidió ir a la comisaría. La detenida fue puesta en libertad provisional y deberá comparecer ante un tribunal el enero del 2017 para determinar si su acto se castigará como posesión o distribución.
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