En unos meses cumpliré 30 y, ¿sabes qué? Aún soy virgen y está bien. Nunca he tenido sexo. ¿Debería sentirme mal por ello? No lo creo. Si tú también sigues siéndolo, sin importar la edad que tengas, tampoco debería importarte. Aquí por qué.
Primero que nada, soy virgen por elección y quiero asegurarme de que la persona que esté conmigo tenga una conexión profunda y con el que ya haya estado en una relación durante un tiempo.
Desde luego que he tenido citas pero esa mágica conexión no se ha materializado. Recientemente intenté tener citas on line. Después de conocer a un chico por esta vía, decidimos tener una conversación telefónica.
Cuando hablamos de nuestras relaciones pasadas, le dije que nunca me he sentido cómoda con la idea de que algunas personas tengan sexo sin apenas conocerse. Él me contestó: “Bueno mientras no sigas siendo virgen cuando tengas 40”. Me burlé en ese momento pero el comentario no me gustó.
Si no tienes sexo a temprana edad, puedes ser considerada una “mojigata”. A menudo, la gente se sorprende si uno habla de su nula experiencia sexual.
Pero por otra parte, si una mujer tiene una vida sexual muy activa, a veces es menospreciada y con frecuencia se refieren a ella en términos despectivos.
Independientemente del extremo en el que estemos, las críticas tienen que parar. La expresión de tu sexualidad es algo que sólo debiera incumbirte a ti. Tu cuerpo es tuyo y de nadie más. Tú decides qué hacer y con quién.
No importa cuándo tengas sexo por primera vez, si a los 18, 21, 30 o más, lo importante es que sea cuando TÚ estés lista porque es únicamente TU decisión.
Cuando estoy hablando con un chico que he conocido me pregunto cuándo llegará el momento en que tenga que plantearle que soy virgen. A lo largo de mis veintes estaba preocupada por esa charla, casi avergonzada.
Ahora me doy cuenta que no debí sentirme mal. Las metas de vida de cada persona son diferentes y sus tiempos también, así que cuando deba pasar, pasará. No hay nada de malo en eso.
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