La primera vez que le dije “te amo” a quien ahora es mi novio fue un accidente. En ese momento ni siquiera teníamos una relación seria, por lo que me quedé aterrada después de haber escupido las palabras.
¿Sólo amigos?
Estábamos en el sillón de su casa viendo la tele y me tomó la mano. Después nos dimos un abrazo, lo vi a la cara y no pude evitar decírselo. Antes, ya le había dicho que lo quería…como amigos. Pero, podía haber esperado una respuesta como: “¿qué te pasa?”.
Llevábamos un tiempo saliendo, besándonos y otras cosas, pero nunca dijimos nada al respecto. Yo tenía miedo de que él no me quisiera igual. Aunque, tampoco eso iba a terminar con nuestra amistad. Simplemente, si me decía que él no me amaba, yo sufriría en secreto un tiempo y lo dejaría pasar.
Compartir experiencias por cerca de un año nos acercó, el contacto físico no fue lo que cambió nuestra relación de amigos. Y, aunque no fue totalmente voluntario confesarle lo que sentía, sí estaba muy segura de ello.
Lo que sucedió fue que me dijo que también me amaba, me abrazó de nuevo y seguimos con nuestra vida. No mucho tiempo después decidimos ser una pareja formal y ahora llevamos dos años y medio juntos.
Aunque mi situación haya sido afortunada, yo también he tenido rechazos anteriores. Mucha gente no me ha querido. Hasta un exnovio se negó a bailar conmigo en una fiesta. Ni que le hubiera propuesto matrimonio.
Vale la pena
A pesar de estas malas pasadas, creo que siempre vale la pena decir lo que sientes. Si te rechazan, sobrevivirás y es mejor saber qué siente que el otro a quedarse con la duda.
Tampoco creo que por ser joven tus sentimientos no valen. En el amor, como en todo en la vida, aprendemos más conforme crecemos. Con cada relación amamos mejor, pero eso no significa que nuestros sentimientos anteriores no hayan existido. Eso sentiste, aunque ahora te avergüences por ello.
Seamos honestas con nosotras y con los demás. Decir “te amo” por accidente puede terminar mejor de lo que esperabas.
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