Hay verdades, incluso mentiras, que no aparecen en los libros sagrados, ni se escuchan en la escuela. Hay cosas que nadie te ha dicho en toda tu vida y que pueden hacer que bajes de tu mundo lleno de cosas. No se trata de misticismos, sino de bajar a las profundidades una vez en la vida por lo menos. ¿Quién eres?
1. Somos seres espirituales. Algo más que un cacho de carne
Ser conscientes de nuestra condición existencial más allá de una definición en un libro de historia es algo fundamental para dejar volar nuestro ser un poquito. “Los pies en la tierra” es una frase hecha que paradójicamente implica salirse del pensamiento común y perder el sentido físico de la realidad para pensar un poco en qué coño somos y de dónde venimos.
2. El alma o esa cosa que no se ve pero deja huella
Pues eso, que cuando pasamos por esta vida, no llegamos cuando venimos ni nos vamos cuando morimos. De alguna forma, nuestros actos, las personas y los sentimientos fluyen en un espacio que puede ser inmortal y que puede alcanzar cosas y seres inimaginables. Lo que haces queda aquí hasta que el planeta explosione, e incluso después. Ser conscientes del calado personal que generamos cada uno de nosotros en los demás y en la Tierra es parte de esa alineación perfecta por la cual estamos todos aquí.
3. Somos energía más allá del Wi-Fi
Hoy todo fluye gracias al WhatsApp y a las mil y una aplicaciones que nos conectan con el mundo. Pero estaría bien que supiésemos hablar de otro tipo de energía, la que nos enlaza a todos. Esa que es capaz de hacer que te levantes cada mañana, la misma que te hace sentir así de bien frente a la puesta de sol, esa que permite que las vibraciones muevan el mundo. Debemos mirar más allá, ver un poquito más allá del edificio que tenemos delante y observar fijamente la piedra que pisamos todos los días; eres agua, y lo sabes. Siente el mundo.
4. Lo que crees es lo que ves
Todos tus pensamientos afectan a la realidad que tienes ante ti. Aquello que aprecian tus sentidos es un enfoque subjetivo consecuencia directa de tus creencias más profundas. Si piensas en paz y amor tu vida será mucho más placentera y rosa, aunque fuera esté lloviendo a mares. Si odias todo lo que ves, la gente será idiota a todas horas. Así que, mileniales, más os vale controlar vuestra mente.
5. Ego, no estás solo en el mundo
O al menos no has llegado aquí solo. Somos todas aquellas personas que nos afectan, para bien y para mal. Ya hemos hablado de la energía, de las vibraciones que hacen posible todo. Ahora debemos reflexionar sobre la crisis existencial que supone ser y estar aquí. Solo tienes que levantar la mirada y ver quién está a tu alrededor, escuchar lo que dicen y ser capaz de manifestar aquello que consideres. El intercambio de sensaciones y emociones con los demás nos hace ser nosotros mismos.
6. Piensa, luego existe
No tienes que pensar en algo concreto, ahora se trata de ir de profundos y ser capaces de alcanzar un pensamiento atemporal que te permita llegar al punto exacto que necesitas para encontrarte a ti y a las respuestas que quieras. Debemos abandonar esa constante presión del tiempo que hace que pensemos constantemente en el futuro, y hay que fluir de una forma más natural y responsable. Cierra los ojos y consigue ordenarte.
7. Ama, ama y ensancha el alma
Y no solo hablo del amor de Cupido, hablo de todo el amor repartido por el mundo. Empieza por el tuyo propio y reparte, recibe, aprecia cada momento que nos hace especiales. Si empiezas por todo aquello que guardas en tu interior sabrás ver lo mejor de cada persona sin prejuicios. Libérate contigo y vivirás como nadie. Estamos aquí para mejorar con los demás; somos el futuro de la humanidad. Créetelo.
Estamos aquí para algo, por algo, porque alguien te ha traído. Somos parte de la historia, quieras o no. Buscamos algo sin saber muy bien cómo, nos ayudan y nos hacen daño, pero tú, por encima de todo, eres un ente con fuerza propia. La oportunidad está dentro de ti.
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