Cómo Diferenciar Cuando Alguien Quiere Solo Un Polvo O Algo Más

Cuando conocemos a alguien por quien nos sentimos atraídos y comenzamos a salir con él, muchas veces nos entra la duda de si será una persona a la que le interesemos de verdad, que vea factible eso de tener una relación a largo plazo, o por el contrario, si será  de ese tipo de personas a las que solo les interesa follar con nosotros un ratito de vez en cuando y, después, cada uno por su lado.

La misma pregunta, una y otra vez, cuando la verdad es que esas cosas ya se saben. En el caso de los hombres es fácil diferenciar lo que quieren. Hay dos tipos de tíos: los que respetan a las mujeres y los que nos ven como a trozos de carne a los que coleccionar. Y distinguirlos suele ser fácil desde el principio.

Por lo general, un tío que solo busca sexo estará absolutamente pendiente de ti desde el principio. Te llamará cada día, te petará el móvil con mensajes y te contará toda clase de trolas como “nunca había sentido lo que estoy sintiendo por ti”, “me siento muy atraído por ti”, “quiero conocerte más” y bla, bla, bla. Además, siempre intentará buscar el contacto físico, ya sea rozándote el brazo, tocándote el muslo, y en cuanto te descuidas, una teta. Y nunca te propondrá que vayáis al cine o a cenar, sino que sus planes siempre incluirán el alcohol de un modo u otro, ya sea en un bar o tomando una copa en su casa.

Y aunque tú vayas con la idea de “este tío solo quiere sexo”, te acaban repitiendo tanto la trola que te la crees y al final caes. Y lo peor de todo es que en ocasiones te pasa por la cabeza que tal vez te equivocas con él. Pero no lo haces, y después de follar, por lo general, no tienes noticias suyas en una buena temporada, hasta que le vuelva a apetecer echar un polvo contigo, o en el mejor de los casos, si tienes suerte, no volverás a saber nada de él nunca más en tu vida, lo que aunque al principio te joda, te acaba por facilitar las cosas.

Un tío al que le interesas más allá del plano sexual querrá quedar contigo durante el día, y no solo de noche, cuando sale de fiesta o los fines de semana. Irá despacio, no te hará promesas vacías, se interesará por ti, por lo que haces, por tu familia y tus amigos, por tus planes de futuro. Tendréis conversaciones profundas, conocerás a su entorno y, aunque habrá contacto físico, lo que es inevitable cuando alguien te atrae, nunca te presionará para ir más allá hasta que tú no quieras.

En el caso de las mujeres, es más difícil saber de qué pie calzamos, ya que a veces no lo sabemos ni nosotras. Normalmente lo que viene a diferenciarnos de lo que queremos con un tío en parte viene determinado por el momento que estemos viviendo. Puede que acabemos de salir de una relación tormentosa y no nos apetezca meternos en nada serio otra vez. O que estemos centradas en nosotras mismas y en nuestros estudios o trabajos, y no queramos desviar por nadie nuestro foco de atención de nosotras mismas hacia otras personas.

La diferencia es que nosotras no engañamos, somos claras y decimos lo que queremos en cada momento. Si nos interesáis para algo más, ponemos las cartas sobre la mesa, de la misma manera que si solo nos interesáis para echar un polvo, lo dejamos claro. De hecho, en este último caso, no nos molestaremos en pediros el teléfono, o en caso de que nos lo pidáis y decidamos dároslo porque nos pilléis de buen humor, no esperaremos que nos llaméis, y tampoco nosotras lo haremos. Y cuando vosotros nos enviéis un mensaje para quedar, depende de las ganas que tengamos de follar, quedaremos con vosotros y, si no, os diremos que no nos apetece o que tenemos la regla.

Los seres humanos somos complicados, y la verdad es que todos somos tan diferentes que no existe ninguna pauta para saber si alguien solo busca sexo esporádico o una relación estable. Al final, y como la experiencia nos dice, eso tan solo puede dilucidarse con el paso del tiempo y con el conocimiento en profundidad de las personas.

A no ser que sea sábado por la noche, que entonces la cosa está clara.