Somos la generación de vivir rodeados de gente y estar más solos que la una. Sí, estamos pensando en ese momento en el que estás en el metro y pasas de hablar con nadie porque la partida del Candy Crush está demasiado emocionante. Bueno, por eso y porque desde pequeños se nos ha dicho que hablar con extraños es malo. Y si uno de esos extraños se dirige a nosotros es un marrón, porque a ver cómo le decimos que su vida no nos importa sin parecer bordes. Pero ya está bien, es hora de romper una lanza en favor de la gente extraña, porque ellos pueden tener todas las respuestas que llevas tiempo buscando. Aquí cinco buenas razones por las que conocer a esas personas es buena idea.
Pueden convertirse en nuevos y buenos amigos
¿Por qué no ampliar el círculo de amigos tan enquistado? Iniciar una conversación con un extraño consiste en saltarse dos pasos: el del miedo y el de la vergüenza. Sal de tu círculo de confort y dale una oportunidad al aire fresco, milenial.
Con el nuevo, conocerás a otros nuevos
El mismo plan del mismo viernes. pero tu nuevo amigo, que no has conocido por redes sociales, te invita a la fiesta del amigo de su amigo… ¿Susto? ¿De qué? Serás la novedad, el caramelito por desempapelar. Nuevos retos.
Mirarás la vida con otras gafas
Nuevos consejos. Acércate sin miedo al desconocido más extraño. Te cambiará el modo de ver las cosas, te romperá los esquemas, te hará plantearte nuevos y buenos challenges y, en definitiva, será sano crecer junto a él. Nuevas perspectivas, amigo.
Puede ser el amigo espontáneo de la noche
¿Necesitas a alguien para algo? ¿Esa persona que apenas conoces podría cumplir ese papel? Probad. Igual encajáis aunque solo sea para un cubata. Después, no le escribas, tampoco os debéis nada… Y, como dice mi sabia madre: “Tampoco te vas a casar con él”.
Descubre si se quedarán o no en tu vida
Los nuevos amigos podrán quedarse en tu vida o no. Como siempre, tú decides. Puedes ser más o menos sutil, pero la última palabra es la tuya.
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