La atracción sexual parte de la mente, y no es un mito. Como una nueva investigación confirma, todo empieza y termina allí. Un grupo de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, se ha dedicado a supervisar la actividad del cerebro femenino durante el orgasmo en aras de discernir ese gran misterio.
Utilizando equipos de imágenes, descubrieron que se activaban diferentes regiones del cerebro dependiendo de la fuente de la excitación sexual. En concreto, los científicos identificaron treinta diferentes partes activas en el cerebro, entre las que se incluían los centros responsables de las emociones, como el tacto, la alegría, la satisfacción y la memoria.
Dos minutos antes del orgasmo
1. Se activan los centros del cerebro asociados con la recompensa (los mismos que se activan cuando comemos o bebemos, parece ser que todo lo terrenal nos pone burretes).
2. Se activa también la corteza que recibe mensajes sensoriales del tacto de todo el cuerpo, y por eso tenemos esa sensación de hipersensibilidad.
3. Por último, se activa el hipotálamo, el centro de control que regula la temperatura, el hambre, la sed y la fatiga. ¿Sabéis ese breve instante en el que de pronto nos da lo mismo morir de calor, de hambre, de sed o de fatiga? Pues eso.
4. La excitación sexual adormece también el sistema nervioso femenino bloqueando la sensación de dolor y dejando solo la de placer. (La posibilidad de tener el control del 100% de nuestro cerebro de pronto adquiere un nuevo significado).
Conocer la secuencia de eventos de estimulación para el orgasmo nos permite ver qué partes del cerebro se activan y en qué orden. De este modo, también se podría ayudar a las mujeres anorgásmicas, observando el momento exacto en el que su orgasmo se bloquea y pudiendo así averiguar por qué sucede, o cómo desbloquearlo.
Diferencias entre hombres y mujeres
El equipo de investigación de la Universidad de Rutgers ahora también quiere intentar mapear el cerebro masculino en el momento del orgasmo. Los estudios previos han identificado ya una diferencia química entre hombres y mujeres absolutamente ligada a las diferentes actitudes hacia el sexo.
1. Los hombres: durante el orgasmo producían altas cantidades de dopamina, la hormona del placer. Según algunos estudios, este aumento a veces puede ser adictivo, lo que explicaría por qué algunos no pueden dejar de darle a la zambomba, o ni siquiera dejar de pensar en ello.
2. Las mujeres: producían mayores niveles de oxitocina, la hormona que une a las mujeres emocionalmente a sus parejas. Vale la pena señalar que esta hormona se produce en las mismas cantidades, tanto si se trata de un rollo de una noche como de una relación seria. Esto tal vez explicaría por qué los hombres suelen enamorarse antes de follar, y en cambio las mujeres después.
Aún se sabe poco sobre las reacciones químicas de nuestro cuerpo durante el acto sexual, pero lo que está claro es que el tema es jugoso y se presta al debate. ¿Vosotros qué opináis?
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