‘Friends with Benefits’ es el título de esta oda al roce, un título que traducido literalmente sería: ‘Amigos con BENEFICIOS’… que no roce, beneficios. Dejando de lado esa libertad con la que se toman su trabajo los traductores de títulos, y centrándonos en el tema que realmente nos incumbe, hoy, queridos mileniales, vamos a hablar de lo que significa “el derecho a roce”, partiendo, claro está, de esta maravillosa película “vendemotos”.
Porque al final, el derecho a roce son los padres. Existe derecho romano, derecho público, derecho privado, derecho de la publicidad, pero del derecho a roce ni rastro… ¿coincidencia? No lo creo. Porque, una vez más, el derecho a roce no existe, y si alguna vez lo habéis visto, no os fiéis, es un espejismo fruto del exceso de las tecnologías. Y para todos aquellos que no os lo terminéis de creer, desde Código Nuevo hemos descubierto las 4 razones que explican por qué este derecho ni existe ni existirá.
Mila Kunis es mentira
Como mujer de veintitantos que soy, creo poder afirmar que aún no existe persona en este mundo que después de haberse calzado unos taconazos de 30 cm y haber hecho turismo todo el día por una ciudad a la que se refieren como la GRAN manzana, con bailes y presentaciones de trabajo incluidas, siga tan perfectamente maquillada y enérgicamente dispuesta a comerse el mundo. No es viable, lo sentimos; en caso contrario invitamos a las que no se lo crean a probar… Cálcense sus Manolos y pónganse a patear.
No hay madres tan enrolladas
Siempre hay una canita al aire por ahí, pero son ese tipo de datos los que se ocultan en una relación madre e hija, porque sí, porque es una ley universal no escrita, porque yo no quiero saber las canitas al aire de mi madre antes de que una servidora llegase al mundo, y porque tampoco quiero que en la próxima cena familiar salgan a relucir los trapos sucios cuando el licor de los Mon Cherry se le suban a la cabeza al personal. Ante todo, son madres, por muy hippies que sean.
La familia y el derecho a roce son incompatibles
Este punto va directamente unido al anterior. Porque si no le explicas a tu madre que te “estás rozando” por ahí con algún individuo, mucho menos te dignas a llevártelo un finde a tu súper casa de la playa cuando en realidad no es nadie, porque es así de dura la realidad, al fin y al cabo es un roce esporádico que en algún momento terminará cayendo por su propio peso, o peor, terminará siendo relegado por un roce más continuado en el tiempo con derecho a cines y cenas, lo que se llama amigo CCC (Con Cine Cenas), también conocido como novio.
Porque al final se lió todo
Sin duda, para mí la mejor prueba de que el derecho a roce no existe son los propios personajes de esta peli, que ni ellos mismos sabían lo que hacían, y se terminaron liando. Y es que este tipo de relación ya la intentaron en su día Ashton Kutcher y Natalie Portman en ‘Sin compromiso’ (otro caso aparte e inviable). Siguiendo su ejemplo, llegaron Kunis y el amigo Justin, pero al final acabaron tan confundidos que la amiga de tacones interminables y cuerpo perfecto terminó casándose y teniendo un churumbel con Mister Kutcher, mientras que sus respectivos ex tratan de hacer como si nada y continuando con sus insulsas vidas, eso sí, sin su “derecho a roce”.
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